Piden respeto

«Hoy, mañana y siempre, el Barça en mi corazón», Mourinho dixit. Atendiendo a tal declaración, hecha a pleno pulmón para que no quedasen dudas, y a pesar de la eliminación en Liga de Campeones por el Inter al que dirigió, Sandro Rosell y parte del plantel técnico barcelonista han expresado el deseo de que el mister madridista sea recibido con respeto.

Mourinho no es persona que vaya versificando como en los juegos florales. Sus palabras, sus insinuaciones, sus provocaciones, crean problemas de los que el club es ajeno.

Miguel Muñoz jugó y dirigió al equipo veinte años y nunca fue muñeco de pim-pam-pum. Sería conveniente que también el público del Camp Nou tuviera sobre Mourinho sólo la mirada hacia el adversario al que se desea ganar y ante el que se quiere una revancha por la eliminatoria europea. El Madrid no es responsable en modo alguno de lo sucedido y, consecuentemente, no debe atraer más animadversión que la habitual.

Probablemente, más que Mourinho, Cristiano Ronaldo será visto con lupa por sus actitudes. Ni siquiera cuando Raúl mandó callar a la grada llegó la sangre al río. Es deseable que el partido no tenga más calor que el deportivo. Entre ambos clubes ha habido grandes choques al margen de lo futbolístico. Ahora, parece que Florentino Pérez y Sandro Rosell caminan juntos en aspectos importantes como el reparto de los dineros de la televisión. Han dejado en braulias a los demás.