Izquierda abertzale

Buena voluntad

La Razón
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La decisión de Pedraz, adoptada a instancias del fiscal (Gobierno) resultará difícil de comprender para una parte de la sociedad vasca, la de las víctimas; al tiempo que será aplaudida por la otra. La parte del auto que asegura: «No hay base para apreciar que tras la convocatoria se encuentre ETA u otra organización terrorista a ella asimilada, ni aún que se pretenda una exaltación de las mismas», resulta irreal. Porque para el común de los mortales, el convocante de la marcha es uno de los tentáculos de la banda. Asimismo, quien exige un cambio de política penitenciaria para favorecer a unos asesinos está apoyándolos y, casualmente, los delincuentes son miembros de ETA. Otra cosa es que en este momento procesal haya a quien le interese creerse que unas personas independientes, «motu proprio», montan semejante sarao a favor de los presos al que, casualmente, se adhiere toda la izquierda abertzale a título individual o colectivo. Curiosamente, la Guardia Civil y la Ertzaintza sí vinculan a algunos de los convocantes con el mundo de ETA, pero esta evidencia, hoy, carece de importancia. Quizás, el famoso comunicado de ETA en el que indica que la tregua es unilateral, indefinida y contrastable a instancias internacionales está tardando demasiado en llegar, mientras lo único que se sabe es que se está aprovisionando como si fuera a continuar con su actividad terrorista. Por eso puede haber quien vea conveniente mandar una señal de buena voluntad a la banda.