Montilla desacredita a la oposición para impedir que gane posiciones

Barcelona- El drástico plan de ajuste de José Luis Rodríguez Zapatero es una piedra en la carrera electoral de José Montilla hacia la reelección como presidente de la Generalitat. Las medidas de Zapatero suponen un inapelable recorte social (rebaja salarial de los funcionarios, congelación de las pensiones) y Montilla teme que el electorado socialista se sienta defraudado. Por eso, ayer se esforzó en acentuar su perfil socialdemócrata y en alertar sobre los «engaños» que encierran las propuestas de PP y CiU. El titular de la Generalitat desacreditó las recetas de la oposición porque, en su opinión, es imposible combinar una rebaja de impuestos, un aumento del gasto social y una disminución del déficit. «Nosotros no haremos esta cuadratura del círculo porque esto es demagógico, es engañar y mentir», alertó.En un acto bajo el título «Diálogos para el progreso: las políticas sociales», Montilla acentuó su perfil de dirigente de izquierdas con el objetivo de evitar una sangría de su electorado. Intentó significar así que el plan de ajuste del Gobierno no ha modificado sus convicciones. «Las carreteras pueden esperar, pero las personas no. Y hay derechos que no podemos dejar de garantizar pese a la crisis las políticas de austeridad», afirmó.La Generalitat prepara su propio plan de contención del déficit y Montilla se encargó de subrayar que este proyecto tendrá una orientación acorde a la «justicia social». «Quien más tiene, seguramente tendrá que pagar más», anticipó. Dicho esto, el presidente de la Generalitat quiso contrastar sus ideas con las que, a su entender, son propias de la oposición. «La derecha cuando recorta lo hace por la vía de derechos y prestaciones», advirtió.Al PSC no le va a quedar otro remedio que azuzar el miedo a la derecha en la larga precampaña electoral, a pesar de que esta estrategia no se ha mostrado muy efectiva en las citas autonómicas. Ayer Montilla dio una buena muestra de esta táctica acusando a PP y CiU de querer «desmontar» el estado del bienestar.El presidente también intentó dar brillo a las políticas sociales que ha impulsado el tripartito y se refirió en concreto a la «los frutos que ya está dando la Ley de Barrios, que ha comportado intervenciones en 94 municipios y 100 barrios».

Petición a ZapateroQuien también comentó ayer los planes de ajuste fue el conseller de Economia, Antoni Castells, que reclamó «una segunda parte» del plan a Zapatero para fomentar el crecimiento de la economía. En su opinión, el tijeretazo del Gobierno es sólo «la primera parte de lo que hay que hacer». Castells evitó precisar qué medidas debería seguir a continuación el Ejecutivo, pero insistió en que deben ir destinadas a propulsar la competitividad.

Mas vigilará los recortes del GovernEl presidente de CiU, Artur Mas, avisó ayer al Ejecutivo catalán de que vigilará de cerca los recortes que pretenda hacer para reducir el déficit, especialmente, si se trata de derechos sociales. El líder de CiU tiene claro que si no se hubiese aumentado tanto la plantilla de trabajadores públicos durante los últimos años, ahora no se tendría que reducir los salarios de «enfermeras, médicos, profesores y Mossos, entre otros». Mas hizo estas declaraciones durante el consejo nacional de Convergència.

ANÁLISISCombatiendo el riesgo de que los fieles al PSC caigan en la desmovilización- ¿Qué urgencias tiene ahora el PSC?–El tijeretazo de Zapatero a las políticas sociales para contener el déficit público conlleva el riesgo inmediato de que el electorado socialista se sienta decepcionado. Montilla, consciente de este peligro, afronta ahora la misión de explicar el porqué del recorte en este momento y, a la vez, convencer a su parroquia de que mantiene intacto su compromiso con las políticas sociales y, en concreto, con los más desfavorecidos.- ¿Qué incidencia va a tener el recorte en la campaña? –Los grupos de la oposición se han cargado de munición para atacar a los gobiernos socialistas por ejecutar los mayores recortes que se recuerdan en muchos años. Jamás se había combinado una rebaja salarial de funcionarios con una congelación de las pensiones. PP y CiU tratarán de exprimir esta contradicción de los socialistas que predican la protección social y, al mismo tiempo, aplican restricciones. El PSC, por su parte, se defenderá pasando al ataque, acusando a la derecha de planear el desmantelamiento del bienestar. A Montilla le interesa en este momento acentuar la diferencia entre derecha e izquierda.