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Dolores de Pablo-Blanco: «La cooperación internacional no es Cuba solamente»

Tiene un tono de voz bajo y gesticula lo justo para explicar las cábalas que tiene que realizar cada día para tratar que los sevillanos con menos recursos tengan las mismas oportunidades que el resto. Dolores de Pablo-Blanco es la cara del Ayuntamiento ante los que no tienen casa, quienes sufren la discriminación o la desigualdad.

« Si no tuviera la esperanza de que el El Vacie tiene solución no estaría aquí»?
« Si no tuviera la esperanza de que el El Vacie tiene solución no estaría aquí»?larazon

Sevilla- Con la Navidad casi encima, su trabajo se ve incrementado porque con los villancicos también llegan las fechas más frías para aquellos que tienen el cielo por techo y la sociedad les da la espalda.

–¿Cómo está azotando la crisis económica a las familias sevillanas con menos recursos?
–Hay que tener en cuenta que en los últimos años se ha puesto de relieve un cambio radical en el perfil de los demandantes de los servicios sociales municipales. Antes se caracterizaban porque eran personas con una gran vulnerabilidad social. Es decir, eran ciudadanos que no tenían hogar o ese tipo de problemas. En la actualidad ha cambiado, pues hay personas que hoy duermen en un coche que hace cuatro años tenían una casa en la playa.
–¿Qué se puede hacer ante situaciones de este calado?
–Lo primero es diagnosticar cuál es la situación en la que se encuentran estas personas para encauzar mejor los recursos con los que cuenta el Ayuntamiento. De manera central, lo que se intenta es que no sigan en situaciones de desarraigo, vulnerabilidad y exclusión social. En el momento en el que se pasa ese rubicón se entra en una situación tremendamente peligrosa, porque cuando se pierde la autoestima es muy difícil recuperarla.
–Todo eso conlleva un importante gasto. La Junta ha recortado un 63% el dinero destinado para los programas sociales. Se trata de 527.000 euros, ¿cómo van a afrontar la cobertura social sin esta aportación?
–Es un recorte económico tremendo. Lo que sucede es que se va a intentar seguir llegando a todo el mundo y optimizar los recursos. Por ejemplo, si en el Centro de Baja Intensidad Juan Carlos I, que tiene diez camas para hombres y otras diez para mujeres, vemos que la demanda de mujeres es solamente de tres personas, se llevan a otro recurso y se saca más partido a estas habitaciones. También se trata de buscar una mejor coordinación con todas las organizaciones que trabajan en la atención de personas sin hogar. En conclusión, la intención es optimizar todo lo que se tiene, porque hay recursos que parecen que no cubren todas las necesidades de aquellas personas que nos piden su ayuda cada día.
–¿Cree que el ajuste de la Junta responde a un castigo a Sevilla?
–La verdad es que lo considero lamentable porque las personas que nunca pueden sufrir los recortes son aquellas a las que se les está aplicando. La que de verdad recibe estas restricciones es la ciudadanía, que no tiene nada que ver. Nosotros somos gestores y tenemos que llegar a todos. De hecho, estamos manteniendo todas las participaciones en las partidas a pesar de la que está cayendo.
–Uno de los programas a los que afecta es al asentamiento de El Vacie. Muchos sevillanos se preguntan si ese problema tiene solución.
–Si no tuviera la esperanza de que El Vacie tiene solución no estaría aquí. Se lo puedo asegurar. Lo que pasa es que hay que trabajar mucho y aprovechar todo lo que tenemos, porque antes no se hacía, pese a que se ha otorgado mucho a esa zona. Existe un módulo que antes no se utilizaba y ahora sirve para talleres formativos. Otra decisión que se ha llevado a cabo es que el personal destinado a trabajar allí no tiene que estar en el Hogar Virgen de los Reyes. Todos están instalados en el asentamiento porque, en El Vacie se tiene que trabajar día a día con todo el personal que tengamos a nuestra disposición.
–¿Cómo se le puede cambiar la cara a esa zona de Sevilla?
–Allí hay unas familias a las que hay que motivar, formar e incentivar. Hay personas que no saben ni utilizar una cocina. Esas habilidades domésticas son fundamentales y no se pueden realizar a distancia, sino directamente allí.
–¿Le pone una fecha de caducidad al asentamiento?
–Ésa es una pregunta muy interesante y muy complicada de responder, pero espero que la tenga pronto.
–El Tercer Mundo se encuentra cruzando una avenida.
–Es cierto, no hay que ir a Guatemala precisamente.
–En junio, Zoido dijo en el Polígono Sur: «Voy a quitar de donde se despilfarraba para ponerlo donde más se necesita». ¿Se ha hecho algo por aquella zona?
–Lo primero que hay que decir es que el Polígono Sur es responsabilidad de todas las administraciones, no sólo de la municipal, también de la autonómica, que precisamente siempre le ha dotado de muchas cantidades económicas. Por nuestra parte, estamos próximos a inaugurar un centro de atención social para seguir interviniendo en la zona. En concreto, trabajar con las familias, que son el origen de los problemas, para evitar la desigualdad.
–Tanto el alcalde como otros delegados han asegurado que se han encontrado con muchos
«sobresaltos» cuando llegaron tras las elecciones. ¿Con cuántos se ha topado en su Delegación?
–Con muchos.
–¿Cómo cuáles?
–Para mí ha sido muy desconcertante la política de cooperación internacional. Muy, muy desconcertante. Hay expedientes desde el año 1998 sin resolver.
–¿Seguirán cooperando tanto con Cuba como era habitual en años anteriores?
–La cooperación internacional no es Cuba solamente. Es internacional y se va a cooperar allí donde hace falta. Una de nuestras zonas en las que más tenemos que trabajar es en el Cuerno de África, donde hay mucho que hacer.