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Bretón: «Cuándo terminamos Que hoy hay Champions»
José Bretón, padre de Ruth y José, mostró indiferencia y frialdad ante el registro policial que presenció en Las Quemadillas para encontrar pistas sobre sus hijos
MADRID- José Bretón ingresó en la prisión de Córdoba el pasado 21 de octubre por un presunto delito de detención ilegal, desaparición de menores y simulación del delito. Todo ello en relación con la desaparición de sus hijos Ruth y José, de 6 y 2 años respectivamente. Desde entonces, mantiene una actitud normal en su día a día en la cárcel. A pesar de lo que se rumoreó hace unas semanas, hasta la fecha no se ha puesto en huelga de hambre, aunque sí ha llegado a comentar a aquellos que tiene cerca que «no me entra la comida». Además de los rutinarios chequeos médicos, ha sido sometido a pruebas médicas para descartar daños cerebrales o patologías de tipo psiquiátrico.
Bretón está sometido, dentro de la prisión, a un protocolo para evitar que se suicide, por lo que está acompañado, día y noche, por «reclusos de apoyo», según fuentes penitenciarias. Sus movimientos dentro del centro penitenciario están, por lo tanto, limitados. No se relaciona con los demás reclusos para evitar problemas o agresiones; se encuentra en la zona de ingresos y puede pasear por un pequeño patio a unas horas establecidas.
Pero quizá, lo más llamativo de su comportamiento es que se muestra en todo momento muy tranquilo, hasta el punto de que, al ingresar en prisión, preguntó con soltura cuánto tiempo iba a estar en el centro. Esta actitud contrasta con la desesperación de la familia materna, como reflejó anteayer Ruth Ortiz, en su primera aparición pública desde la desaparición de sus hijos.
Se dedica a escuchar música y a leer, sobre todo periódicos deportivos. De hecho, al poco tiempo de ingresar en la cárcel, pidió el acceso a los medios de comunicación –incluso, formuló una queja al respecto–, lo que no se le permitió hasta que se comprobó su evolución. Con el tiempo, pudo disponer de la prensa deportiva; después, de la radio y, finalmente, la televisión.
Gesto revelador
Frío, calculador, exigente... Son adjetivos que se acumulan estos días para definir a Bretón. Además se ha manifestado como un consumado aficionado al fútbol, hasta el punto de que durante uno de los registros de la finca «Las Quemadillas», propiedad de sus padres, en busca de pistas sobre los niños, metió prisa a los investigadores porque «hoy hay Champions en la televisión», según han informado a LA RAZÓN fuentes conocedoras del caso. Los agentes, que llevaban varias horas trabajando y hasta excavando con las manos, difícilmente pudieron contener su indignación ante la actitud del detenido, que, al menos en apariencia, le importaba más el fútbol que lo que pudiera estar relacionado con sus hijos.
Este gesto permite comprender el cambio de actitud de su ex esposa, Ruth Ortiz, que ha pasado de mantenerse al margen de cualquier especulación a culpar directamente a Bretón de lo sucedido. «Su soberbia no le deja ver la realidad», afirmó ayer Esther Chaves, portavoz de la familia materna en referencia a la afirmación que Bretón le hizo a su ex en el encuentro que mantuvieron en la cárcel el pasado 28 de diciembre: «Ruth y José están bien», le repitió varias veces. Además, se atrevió a retar a la madre: «Cuando los niños aparezcan lucharé por su custodia», le aseguró el reo a Ruth, como explicó la portavoz en Canal Sur.
La familia materna, por su parte, sigue indignada por al actitud de José. «Él sabe que no ha perdido a los niños», repetía la madre de los menores desaparecidos el domingo en la concentración que reunió a más de 300 personas en el centro de Córdoba. Ruth y su familia sostienen que ni José ni los niños llegaron nunca a pisar el parque Cruz Conde, donde el detenido mantiene que «perdí de vista a mis hijos». Bretón nunca ha contado la verdad. Ésta es la idea que mantienen tanto la Policía como los familiares maternos. No se creen que haya podido perder a los dos pequeños porque «es muy controlador», nunca perdía de vista a sus hijos.
«Él no ha sido compasivo con sus hijos, así que nosotros tampoco lo seremos con él», afirmó rotunda, que también mandó un mensaje a la familia paterna: «Mientras nosotros no cesamos en la búsqueda y en la pegada de carteles, la familia de José no se ha movido. No queremos tirarnos los trastos, pero es cierto que no nos hablamos».
Los abuelos, noventa días encerrados
La desaparición de Ruth y José también mantiene en alerta a los abuelos paternos. No sólo por la preocupación por la pérdida de sus nietos y el ingreso en prisión de su hijo. Desde el 8 de octubre, están encerrados en su casa del centro de Córdoba. Mantienen todas las persianas bajadas y, como comentan sus vecinos, «el abuelo tiene problemas de circulación y necesita pasear, pero desde la desaparición, no sale. La presión mediática les supera», asegura Carmen, la gerente de un bar de juego.
LAS CLAVES DE
la personalidad de Bretón
Calculador
La madre de los niños lo dejó claro: «Él sabe que no ha perdido a mis hijos».
Aficionado al fútbol
Una de sus peticiones insistentes nada más llegar a prisión fue tener acceso a la Prensa deportiva.
Soberbio
Ha reiterado que su intención es quedarse con la custodia de los niños cuando aparezcan.
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