Concurrencia de culpas por Jorge Urosa

El rector de la Universidad Complutense, José Carrillo, se ha lanzado a una desenfrenada carrera para poner de manifiesto que la institución posiblemente no pueda pagar las próximas nóminas y que, por supuesto, esta situación es culpa de la Comunidad de Madrid por subir las matrículas; vamos, que como de costumbre, él pasaba por allí y nada tiene que ver con el asunto.

Sin embargo, en este asunto existe una concurrencia de culpas, pero no como se podría pensar entre la Comunidad y la UCM, sino entre los desmanes del anterior rector, cuya gestión en la Fundación General según la Fiscalía y el Tribunal de Cuentas puede ser delictiva, y la ceguera del actual, al que no le duelen prendas en hacer todo lo contrario a lo que debe con tal de mantener la pureza de su gestión en la izquierda.

Carrillo ha decidido quedar bien con la izquierda e incrementar, aún más, la deuda de 150 millones de la Complutense contratando más de un centenar de nuevos profesores. Y todo, aunque para ello no pueda pagar las nóminas de sus funcionarios, no pueda encender la calefacción o no tengan agua caliente las duchas de los colegios mayores. Ha decidido poner en peligro el alma máter complutense a cambio del dudoso honor de ser rector de una universidad famélica y agotada, pero de izquierdas.