Cataluña

OPINIÓN: Regalos envenenados envenenados

La Razón
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Los 100 economistas de FEDEA, alentados desde la cúpula del Banco de España, han defendido que su propuesta de contrato único es la solución a todos los males del mercado de trabajo español: insuficiencia de empleos y exceso de temporalidad.
Por más que prestigiosos laboralistas dedicados tanto a la docencia universitaria, a la investigación social como al asesoramiento empresarial les desaconsejaban esa fórmula por inadecuada jurídica, laboral y empresarialmente, ellos «erre que erre».
Una parte de la CEOE se sumó a esa propuesta, pensando que el Gobierno optaría por ella en vez de aplicar la doctrina que exhibió con sus enmiendas el año pasado ante la reforma laboral impulsada cuando gobernaba el PSOE. Esa actitud ha derivado en un obstáculo más para alcanzar un acuerdo social y un regalo envenenado para el Gobierno pues le obliga a desgastarse socialmente con un nuevo real decreto-ley.
No obstante, el mensaje que la Vicepresidenta Sáenz de Santamaría ha lanzado, para quien quiera oírlo, apuntan en otra dirección. Defiende establecer un único contrato estable, ahora hay dos: uno con 45 días por año y otro con 33, y simplificar el resto, más que sumarse a esa propuesta homogeneizadora. La contratación temporal, a tiempo parcial, los de interinos y las sustituciones, para la formación o prácticas, así como, la contratación de los colectivos de especial protección y sus interacciones requieren de una regulación específica. Y eso no se arregla con un contrato único, sino con reformas equilibradas y, a ser posible, concertadas.