Zaragoza

J Alberto Belloch: «Cuando me retire viviré en el Matarraña»

J. Alberto Belloch: «Cuando me retire viviré en el Matarraña»
J. Alberto Belloch: «Cuando me retire viviré en el Matarraña»larazon

-¿Qué tal le va en la Alcaldía?
-Los dos mejores trabajos que he tenido han sido presidente de la Audiencia Provincial de Vizcaya y el de alcalde de Zaragoza. El oficio de alcalde tiene la ventaja de que todas tus acciones tienen repercusión inmediata sobre la ciudad. He tenido la suerte de ver transformarse la urbe ante mis ojos. No se puede ocultar que la crisis está azotando a los municipios, y el de Zaragoza no es una excepción. No obstante, las ciudades que hagan bien «los deberes» saldrán antes y mejor de esta situación, y ése es mi objetivo.
-¿Qué piensa del nuevo Gobierno de Rodríguez Zapatero?
-Ha sido beneficioso para Zapatero y se refuerzan algunos flancos que estaban debilitados. Sin embargo, no quita para recordar el gran papel que han jugado algunos de los ministros que han dejado su escaño. Estoy pensando en María Teresa Fernández de la Vega y también en Miguel Ángel Moratinos, clave en la búsqueda de votos para la Expo Zaragoza 2008.
-Sabemos que le encanta escaparse a la comarca del Matarraña. ¿Por qué?
-Es un pequeño paraíso en el que encuentro la paz y el sosiego y el lugar que hemos escogido para cuando nos retiremos. Son tierras de bancales, poblados de almendros, olivos centenarios y pinos, que recuerdan a la Toscana italiana o a la Provenza francesa, rodeados de montañas por las que fluyen las aguas, formando piscinas naturales de increíble transparencia.
-¿Con qué pueblos se queda?
-Cada uno de ellos tiene su encanto. Son pueblos medievales con casas de piedra, muchas de ellas señoriales, con ventanales orientados al sol para recoger la luz. Pero si tuviera que elegir, elegiría Valderrobles.
-¿Qué recomienda al viajero que llegue a la comarca?
-Además de recorrer los pueblos que les he descrito, recomiendo sumergirse en las frescas aguas de las pozas que abundan en la zona. Pero, sobre todo, mezclarse con su gente. Los vecinos del Matarraña son gente amable y natural. Aquí todavía podemos encontrar esa mano tendida, ese sentimiento de vecindad sin artificios y sin las prisas de las grandes ciudades.
-¿Qué destacaría de su cocina?
-Todas las especialidades del Aragón turolense. A mí me gustan las legumbres y las carnes.