Manzano entrenador interino del Atlético

Madrid- A Goyo Manzano sólo le mantienen en el banquillo del Atlético los problemas económicos del club y la falta de sustituto. Manzano sigue siendo el entrenador y dirigirá el jueves al equipo contra el Rennes en la Liga Europa, pero nadie en el club está convencido de que su continuidad sea lo mejor. Miguel Ángel Gil regresó ayer al trabajo después de su accidente convencido, tras la derrota del domingo ante el Espanyol, de que Manzano no debe durar mucho más en el banquillo. Aunque no hacían falta más derrotas para que lo pensara. El accionista mayoritario del Atlético de Madrid nunca confió en Manzano. Ni en su primera etapa, cuando no quiso renovarlo porque un gol lo dejó fuera de la UEFA, ni el pasado verano cuando volvió a contratarlo.
El Atlético era ayer una reunión constante en busca de una idea. Primero se reunió Manzano con el director deportivo, Caminero, y los jugadores en el Cerro del Espino. Después, Caminero repitió con Miguel Ángel Gil y sus consejeros de confianza. Llegaron a la conclusión de que Manzano debe salir, pero les falta encontrar un sustituto y el dinero para pagar a los dos, a Manzano y al nuevo. Al Atlético no le sobran los euros y, aunque Manzano sólo firmó por una temporada, tendría que pagársela completa.
Para sustituirlo, la solución más económica es Milinko Pantic, pero en el club piensan que un mal año podría arruinar su carrera como entrenador. La confianza en el equipo es casi tan escasa como en el técnico, y en el club piensan que Pantic será un buen entrenador para el futuro rojiblanco, pero en el momento adecuado. Queda la opción del sentimiento: Simeone o Luis Aragonés, pero no parece probable la llegada de ninguno. Con el «Cholo» cuentan en Racing de Avellaneda y Luis es un recuerdo del pasado, y no siempre bueno, para los dirigentes del Atlético. Benítez, candidato eterno, tiene otros planes para su futuro.
Por eso Manzano sigue. Al menos hasta el jueves. Después sólo queda una jornada de Liga, el domingo contra el Betis, y la vuelta de la Copa contra el Albacete. Tres partidos para que ejerza de «entrenador interino». Su penúltimo acto de servicio fue una gira por los programas radiofónicos nocturnos para explicar lo que no tiene explicación.