Málaga

Sangre en internet

Carlos, trabajador de edad madura de una editorial se ha quedado en el paro. Ante la falta de éxito de sus desesperados ofrecimientos en internet por conseguir un empleo, decide llevar a cabo un medida extrema.

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Crea una página web de contenidos violentos que, ante su sorpresa, es visitada de forma masiva y genera una montaña de dinero, hasta el punto de que las principales multinacionales del sector negocian para comprarla. Este es el planteamiento de Óscar Rojo en su ópera prima, «Brutal Box», una cinta que tuvo su bautizo en el festival de Málaga.

Una paliza grabada
El director procede del mundo de la publicidad y es, además, coguionista y actor en la misma. La historia surgió «a raíz de ver el vídeo de una paliza grabado por unos chicos que recibió 300.000 visitas. En internet circulan cientos de ellos brutales. Ahí vi una historia», cuenta Rojo. El proyecto fue filmado con un presupuesto bajo e interpretado por actores desconocidos. «La sorpresa fue estar en Málaga y entrar en los circuitos comerciales» , prosigue. La cinta denuncia «la violencia como reclamo y como negocio para empresas sin escrúpulos que se lucran con los contenidos que circulan por la red de manera impune», señala.

«Cuanto más extremos, más audiencia tienen. El problema es que existe un vacío legal y lo explotan. Los contenidos pedófilos están penados con cárcel, pero esto va más lento. Resulta imprescindible poner filtros porque hay resquicios que son actos delictivos». En cuanto a los jóvenes asegura que «debemos educar en el consumo responsable porque circulan cosas muy duras» . Al final de la historia, nada es lo que parece. Según el director, «no va pasar desapercibida porque víctimas podemos ser todos».

«Brutal box». Webs que carga el diablo
Dirección y guión: Óscar Rojo. Intérpretes: Óscar Rojo, Mario de la Rosa, Rafa Rojas-Díez. España, 2011. Duración: 101 minutos. Drama.

 
No, si en esas estamos de acuerdo: lo que critica la película es muy loable, cómo nos hemos vuelto inmunes a la violencia de una sociedad salvaje, hambrienta de carne siempre , y hasta qué punto la brutalidad en internet sigue campando a sus anchas; el problema reside en las formas. Vamos a explicarnos: resulta prometedor, aunque la cinta da ya una idea ajustada de sus calidades técnicas e interpretativas, que en los primeros compases veamos el rostro angustiado de un señor en paro que decide, tras demandar inútilmente un empleo, cortarse un dedo de la mano en directo frente a un ordenador. Y luego, tras conocer el éxito obtenido por las imágenes, crear una web de contenidos extremos. El problema, ya fue mencionado, reside en el aspecto formal de esta voluntariosa pero fallida opera prima, que en dicho sentido no da pie con bola. Fotografiada de manera deficiente (los actores, a los que el amateurismo les canta la traviatta, tampoco ayudan), «Brutal Box» desemboca como puede en un final de mensaje tras desarrollar un puñado de historias que no tienen desperdicio. A Rojo se le enredaron, definitivamente, las ideas.