Debate Estado Nación

Manuel Campo Vidal / Periodista

El presidente de la Academia de Televisión destaca la profesionalidad y preparación de los dos candidatos

Manuel Campo Vidal durante los preparativos del debate
Manuel Campo Vidal durante los preparativos del debatelarazon

MADRID–Afronta su tercer debate entre los dos candidatos a la presidencia del Gobierno sereno, pero sin bajar la guardia. Manuel Campo Vidal conoce, y se alegra, de la expectación que ha generado este único cara a cara entre Mariano Rajoy y Alfredo Pérez Rubalcaba. En su papel de moderador ejercerá de árbitro e intentará, como él mismo afirma «ser discreto», casi invisible, para que todo el protagonismo se lo lleven los verdaderos protagonistas de la noches: los líderes del PP y del PSOE.

-¿El debate entre los candidatos a las generales es un signo de madurez política?
-Sí, deberían existir en cada cita electoral, sin interrupciones. Por primera vez asistimos a dos debates consecutivos, en 2008 y en 2011.

-¿Están nuestros políticos a la altura de lo que se espera de un cara a cara?
-Sí, también han madurado y han aprendido mucho. Se lo toman muy en serio y se preparan a conciencia.

-¿Qué diferencias existen desde aquel primer debate entre Felipe González y José María Aznar?
-En aquella ocasión Felipe González minimizó la importancia de los debates. En el primero, se creía que era como un mitin, También subestimó la capacidad de Aznar, que llegó aparentemente como víctima y salió reforzado como líder. Ya en el segundo, una semana después, hizo los deberes.

-Hace tres días que empezó la campaña electoral, ¿no se ha organizado el debate muy pronto?
-No, tiene una ventaja: dinamiza la campaña y, sobre todo, favorece la participación en favor de los que intervienen.

-¿De verdad es necesario que lo cronometren dos árbitros de baloncesto?
-Digamos que es un guiño que no es tan imprescindible, pero como buscamos la excelencia, igual que buscamos los mejores iluminadores también a los que mejor saben cronometrar el tiempo.

-¿Cómo se ha preparado?
-Como dice Pep Guardiola, el debate lo juego en mi cabeza previamente. Me concentro al máximo para todo lo que pueda ocurrir.

-Como periodista, ¿qué espera de Rajoy y Rubalcaba?
-Creo que ambos van a jugar un extraordinario papel. Es conocida la profesionalidad de los dos candidatos. De Rajoy valoro que, a pesar de los momentos tensos que pueda vivir, siempre transmite serenidad. En el caso de Rubalcaba, está muy curtido en debates parlamentarios. Va a ser un gran cara a cara.

-Es de esperar que no sea una sucesión de monólogos...
-No va ocurrir porque hemos hecho un planteamiento muy dinámico. Además tenga en cuenta que se lo juegan todo a una sola carta. No hay margen para los errores.

-Y con la crisis económica como telón de fondo.
-Es una de las razones por la que este debate va a ser excepcional. Vivimos una complejísima situación económica nacional y a nivel global y los candidatos tienen una amplia experiencia y un buen conocimiento de España y del Estado porque ambos ya han pertenecido al Gobierno de la nación en diferentes momentos.
 

Un moderador para tres citas históricas
En 1993, Manuel Campo Vidal se convirtió en el primer periodista que moderaba un debate entre los dos principales candidatos a la presidencia del Gobierno: Felipe González y José María Aznar. Tuvieron que pasar quince años para que moderase el segundo entre José Luis Rodríguez Zapatero y Mariano Rajoy. Y ahora, Rajoy y Rubalcaba.
 

Colores crudos para dar un toque neutral
Con más de cuarenta años de experiencia, Fernando Navarrete vive el día previo al debate en un plató de televisión, ensayando una y otra vez para que no ocurra ningún fallo.

-¿Qué es lo que usted más destacaría desde el punto de vista técnico?
-Hay que contagiar la emoción del debate con pocos elementos y, sobre todo, que todos los aspectos de iluminación, colores, transmitan la sensación de neutralidad.
-Se ha optado por colores crudos.
-Si, los miembros de decoración eligieron un color crudo con un único fin: que toda la atención recaiga en los protagonistas. Sólo nos hemos permitido el lujo de poner un logo: «20N. El debate».
-La mesa y las sillas sorprenden por su ergonomía.
-Nos presentaron varios diseños y elegimos una mesa con un diseño limpio, que no llame la atención del espectador. Tampoco queríamos que se viesen los monitores, nada debe entretener al espectador.