Portugal
Sorpresa socialista
Primero, sorpresa; después, disgusto. Así recibió ayer parte de la bancada socialista la enumeración de medidas anticrisis del presidente del Gobierno. Los diputados del PSOE, que en su inmensa mayoría no tenían conocimiento exacto de hasta dónde iban a llegar los recortes, no sólo mostraban en sus caras lo que pensaban: muchos de ellos lanzaban exclamaciones perfectamente audibles. Al recorte del sueldo de los funcionarios le siguió un «¡Ohhhh!»; a la eliminación del cheque-bebé, un extendido «¡uhhhh!»; a la congelación de las pensiones, un «¡Arggg!» lastimero, y así sucesivamente. Y el que no exclamaba nada sí intercambiaba miradas, con los ojos como platos, con compañeros de partido. Esta reacción de los diputados del Grupo Socialista tuvo como colofón un hecho novedoso en las comparecencias del presidente en las sesiones de control: esa parte de la bancada socialista de la que hablamos no aplaudió. Un silencio atronador.
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