Disparate sindical

El derecho de manifestación y de sindicación son derechos constitucionales que nadie discute y menos pone a prueba. Sólo se espera, para evitar episodios como el de los controladores, que las cosas se hablen en las mesas de negociación y se debata hasta la última coma. Bien, puestos en ello es de esperar un comportamiento sindical acorde con la situación presente, actual, de crisis donde las haya. Y eso es justamente lo que no parece verse en Murcia, ya que nadie puede explicar que en apenas veinte días se hayan producido seis manifestaciones contra el gobierno Valcárcel por aplicar unas medidas que exige el Gobierno central de todas todas. Los sindicatos han de mostrar su cordura en estos tiempos que corren, igual que los gobernantes deben demostrar su sensibilidad para solucionar todos los problemas. No tengo ninguna duda acerca de la corrección del gobierno Valcárcel. Me consta que el presidente de la Región hace lo imposible por preservar los puestos de trabajo y evitar que los asalariados corran con el peso de la crisis. Otra cosa es la percepción de la calle, donde justamente parece lo contrario. La calle debería informarse de lo que sucede en esta Región y compararlo con lo que ocurre en otras comunidades. Posiblemente entenderíamos el disparate sindical. Pero allá ellos. Es preciso que se imponga la cordura, porque ni Valcárcel es el último responsable de la crisis y con las manifestaciones parece ser que sí, ni tampoco que las medidas que se aplican sean para joder al prójimo. Es lo que hay.