San Sebastián

Disimular el bochorno

La Razón
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Si lo que pretendía Rubalcaba con su «operación Bildu» era separar a la izquierda abertzale de Eta, está claro que no sólo no lo ha conseguido, sino que el resultado ha sido exactamente el contrario. Por si había alguna duda, los terroristas han querido evidenciarlo en este nuevo comunicado que vuelve a poner de manifiesto que ETA manda en Bildu y por eso se felicita de «haber ganado la batalla (…) de la ilegalización». Ciertamente la ha ganado de manera incluso humillante para la democracia, sin renunciar al terror ni entregar una sola pistola. Y es que no sólo han regresado a las instituciones por la puerta principal, sino que lo han hecho con más votos que nunca, con centenares de concejales, gestionando unos presupuestos millonarios e incluso la alcaldía de San Sebastián y la Diputación de Guipúzcoa. Lo que es peor aún: zafándose del estigma antidemocrático que les marcaba desde que Aznar aprobó la Ley de Partidos. La afrenta no ha podido ser mayor y la cara de lerdos que se les ha quedado a los que decían que Bildu no era ETA no puede ser más ridícula. Encima la banda se permite decir que «está dispuesta a profundizar en el camino emprendido», haciendo un llamamiento a «abrir espacios para la negociación». O sea, otra vez lo mismo pero con más fuerza que nunca. Y para disimular semejante bochorno, al dúo Rubalcaba/ Camacho no se le ocurre otra cosa que «descubrir» tres zulos viejos, construidos en la época en la que Txeroki hacía preescolar.