Rajoy se compromete a reducir el déficit hasta el 3% en 2013

Bruselas-El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, se comprometió ayer en Bruselas ante sus homólogos de la Unión Europea a «cumplir estrictamente los compromisos del Pacto de Estabilidad y Crecimiento», es decir, alcanzar el objetivo de déficit público del 3% el próximo año. Para ello, el Partido Popular presentará hoy un techo de gasto público y un cuadro macroeconómico «sensato, razonable» y lo más ajustados posible. En la práctica, supondrá un Presupuesto General del Estado (PGE) para 2012 con un recorte mayor que los 15.000 millones menos aprobados en diciembre pasado, que incluían 9.000 millones menos por ajustes del gasto y 6.000 millones por aumento de impuestos.

Además, el plan del gobierno vendrá reforzado por las nuevas medidas de carácter estructural que se tomarán en abril, cuando presente un nuevo Plan Nacional de Reformas que contribuirá a mantener el esfuerzo de consolidación fiscal de las cuentas públicas. El objetivo del Ejecutivo de Rajoy es hacer un presupuesto creíble y que, sobre todo, se cumpla, puesto que los problemas que arrastra España se basan precisamente en la elaboración de cuentas que han quedado sistemáticamente caducas.

Planes «bien recibidos»
Durante la reunión de ministros de Economía de la zona euro previa a la cumbre de líderes, el ministro de Economía, Luis de Guindos, tuvo la ocasión de explicar el desvío registrado en las cifras de déficit de 2011 y presentar sus planes de consolidación para los próximos meses que, según dijo, fueron «muy bien recibidos» por sus homólogos. A partir de ahora, se inicia lo que denominó «un proceso de comunicación con la Comisión Europea» que culminará en el mes de mayo, cuando Bruselas debe presentar una visión completa de las previsiones hasta 2013.

A partir de ese momento, se conocerá el dictamen del Ejecutivo comunitario sobre las posibilidades de flexibilización en la hoja de ruta del déficit de España, que prevé cerrar 2012 con un 4,4% y 2013 con el techo máximo aceptable del 3%. Las reglas del Pacto de Estabilidad contemplan la posibilidad de una prórroga de un año sobre los objetivos fijados, en el caso de que se produzca circunstancias económicas excepcionales, inesperadas y adversas, siempre y cuando se demuestre que el país en cuestión ha tomado las medidas de consolidación necesarias.

España cuenta con que sus socios europeos asuman sus esfuerzos de consolidación fiscal, pero a la vez, que sean conscientes de que «las circunstancias –y eso lo sabe todo el mundo– se han modificado», recalcó De Guindos. Por el momento, nuestro país ha cosechado simpatías entre algunos miembros del Consejo, como el propio presidente del Eurogrupo, Jean Claude Juncker, y ha podido comprobar que también Holanda, tradicional amante de la ortodoxia, se ha abierto a un debate político interno sobre la austeridad, ante la evidencia de que sus propias cifras se han disparado por encima del 3% al menos hasta 2015. Por el contrario, Finlandia, Luxemburgo, Suecia y Francia se han declarado abiertamente contrarios a cualquier derrape en los objetivos, argumentando que una relajación ahora generaría inestabilidad y desconfianza en los mercados.

La tozudez de Barroso
Quien parece que por el momento no está dispuesto a dar su brazo a torcer es el presidente de la Comisión, José Manuel Durao Barroso. Avisó de que «en este momento no sería correcto» opinar sobre las posibilidades de España de aplazar su objetivo de déficit, puesto que no cuenta con todas las cifras. «Rajoy ha prometido a finales de marzo, por lo que esperamos ese proyecto para dar una opinión. Esperamos que el proyecto se haga en el respeto al Pacto de Estabilidad, eso se sobreentiende», recalcó Barroso, que insistió en que «se trata de respetar las reglas».

Según el último borrador de conclusiones de la cumbre, que será aprobado hoy, los «países bajo el escrutinio de los mercados» como España e Italia «tienen que estar preparados por si necesitan seguir tomando más medidas de consolidación fiscal».

«El Ejecutivo sólo defiende el interés general»
Rajoy aseguró ayer que, con las medidas emprendidas, el Gobierno «sólo defiende el interés general». Respecto a la reforma laboral y las protestas en la calle, el líder del PP dijo que «hay gente que no lo entiende, pero la mayoría de los españoles, sí. El Ejecutivo está obligado a tomar medidas».
 

La lupa
España será «leal y transparente»
«España va a cumplir todos sus compromisos desde el punto de vista de lo que es el ajuste presupuestario, teniendo en cuenta que las circunstancias han cambiado». Así de claras expuso De Guindos sus intenciones al llegar a Bruselas. «Y está previsto que ante la modificación de las circunstancias se lleve a cabo un proceso de negociación que empieza ahora. Y ahí España va a ser absolutamente leal, desde el punto de vista de la consolidación, y absolutamente transparente», apostilló. Para rematar, aseguró que no esperaba «absolutamente nada» de la reunión. ¿Por qué? Porque la pelea por el déficit no entraba en la agenda. Se trataba de bosquejar la realidad española y, a partir de ahí, completar el cuadro en próximos meses en la negociación con la UE. Eso sí, en la cartera del ministro estarán la consolidación fiscal, la austeridad y la «transparencia», insistió.