Sevilla

El silencio ahoga la esperanza de la familia de Marta del Castillo

Un tribunal profesional juzgará a los implicados adultos, que en la sesión de ayer se negaron a declarar

La Razón
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El silencio en el Prado deja la misma angustia que «El grito» de Munch. Decía Borges que «cada amanecer promete un comienzo». En relación al «caso Marta del Castillo», la segunda sesión del juicio al menor conocido como «El Cuco» por la violación y el asesinato de la joven sevillana –en la que estaban citados como testigos todos los implicados adultos– estaba marcada en el calendario de la familia de la víctima con la ilusión de un nuevo resurgir en la búsqueda. La esperanza se ahogó en el silencio de los implicados. Ni una palabra.

Momentos antes del fin de la vista, el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía hizo pública la resolución para el juicio de los adultos. La acusación particular y el Ministerio Público defendían las idoneidad de un jurado popular. El Alto Tribunal –en consonancia con las defensas de varios encartados y la recomendación del magistrado presidente de la causa– dictaminó que serán jueces profesionales quienes resuelvan el caso y no un jurado popular, al considerar que «el impulso agresor inicial» perseguía «como objetivo principal» la violación y que el asesinato se produjo «para impedir que pudieran ser descubiertos». Segundo varapalo: el pueblo no podrá juzgar a los imputados.

Javer G.M, «El Cuco», llegó a las 7:55, desde el centro de menores de Cádiz en que reside. Miguel Carcaño entró en la Audiencia a las 9:25, desde la cárcel de Morón de la Frontera, donde permanece en prisión preventiva desde hace 23 meses. La Fiscalía pedirá prorrogar dos años más la prisión. El asesino confeso entró directamente en los juzgados en un furgón de la Guardia Civil. Más de un preso común fue zarandeado dentro de otros coches policiales por los asistentes –principalmente, de la plataforma Todos Somos Marta– en los alrededores, pensando que se trataba del principal implicado en la muerte de la joven sevillana. El abogado defensor del hermano de Miguel, incluso, sufrió un intento de agresión.
 
Carcaño –cuya declaración era temida por su imprevisibilidad– se atuvo al guión marcado. Miguel –pelo de punta, rapado a los lados, pantalón «casual» negro, sudadera con capucha gris y deportivas blancas– siguió el consejo de su letrada, Paloma Pérez. «Le he recomendado que no declare hasta que sea juzgado y que, si lo hace, diga dónde está el cuerpo, si es que lo sabe», explicó. Carcaño comenzó a declarar sin su abogada, que entró en la sala a los diez minutos y diez minutos después la abandonó. Saltaron las alarmas, se alimentó la esperanza. Se pensó que estaba contando otra versión, ya que estuvo casi hora y media dentro. La realidad contra el deseo. Miguel guardó silencio, con la cabeza gacha, ante los ojos del abuelo de Marta, con la mirada perdida, evitando a «El Cuco».


Las versiones del crimen
Aguantó la lectura de todas sus versiones del crimen. Uno: golpe con el cenicero y cuerpo al río con la ayuda de «El Cuco» y Samuel; dos: violación y asesinato por parte del menor y el cuerpo al contenedor; tres: violación y asesinato con la autoría de Javier G. M. y él mismo y también a la basura; cuatro: golpe con el cenicero, «El Cuco» llama a Samuel, que se deshace del cadáver con su tío. Y vio el vídeo de la reconstrucción del crimen sin levantar la cabeza. Tras ello, vuelta a la cárcel.

Samuel Benítez –gafas de sol, jersey negro con rayas, camisa oscura y pelo engominado– desfiló a las 9:05 por el juzgado. No es que lleve la cara descubierta, es que, sencillamente, posa. Se mostró tranquilo, charlando con su abogado en los recesos. Javier Delgado y María García llegaron, con pasamontañas, a las 9:06. Sólo la novia del hermano de Miguel testificó, manifestando que la noche del 24 de enero de 2009 estuvo en el escenario del crimen «estudiando» y «ni oyó ni pasó nada», según fuentes del caso. Finalmente, declaró la jefa del Grupo de Menores, que explicó la investigación. El padre de Marta opinó que «El Cuco» «está flaqueando». La Fiscalía cree que está quedando «probada» la participación del menor y se quejó de los silencios. El penúltimo cartucho para saber el paradero del cuerpo estaba vacío. Sólo queda el juicio de Carcaño que, como pronto, será en junio.



Quién es quién en el «caso Marta del Castillo»
Miguel Carcaño. Asesino confeso
- Ex novio de Marta, de 20 años, confesó que la había asesinado con un cenicero. Después acusó a «El Cuco» de la violación y el homicidio.
Javier G.M. «El Cuco». Presunto asesino
- Acusó a todos los implicados en su primera declaración. Ratificó la versión de que Marta fue arrojada al río y se desdijo después.
Samuel Benítez. Presunto cómplice
- El mejor amigo de Miguel admitió que había ayudado a Carcaño a deshacerse del cuerpo de Marta. Después lo negó.
Rocío. Novia de Miguel
- La menor, de 16 años, vio a Miguel el día del crimen. Días después, dijo que Miguel le confesó los hechos. Está pendiente de declarar.
Javier Delgado. Hermano de Miguel
- La familia de Marta cree que es el ideólogo de la trama. Según su ex mujer, el día del asesinato estaba en casa con ella.