Hubo huelga

No estuvo el director de Informativos de TVE anunciando el rotundo fracaso de la huelga a una hora en la que ni las calles estaban puestas. No hubo reacción inmediata de Cece oo; no nos deleitará en unos días el bromista Urdaci con la lectura atropellada de una sentencia judicial condenando su interpretación torticera (y sumisa) de la jornada. Letizia Ortiz ya es Doña y se guardará de secundar en público cualquier atropello a la expresión democrática de los trabajadores. Nada fue igual que en la penúltima. Una cosa sí, no fallaron los altruistas que te relatan lo jodido que estás exponiendo sus motivos patas arriba con dos opciones de menú: si el negocio es tuyo, estás invitado al cierre para tacharte en la fiable estadística del éxito; si eres un explotado, te liberan del yugo –y de tu jornal–. Agotan las horas sindicales en un extenuante día y se dan por pagados. Pero callan lo más jugoso, que a ellos no les hace falta anunciarse en recursos humanos para que les pellizquen ese 29-S de la nómina. Sindicalistas de carrera con cara (dura) de político auspiciados entre la masa «informativa». Como los concejales de ochoatres que airea IU, revientan el sistema desde dentro. Francisco Manuel Silva pudo dimitir después de repartir prebendas sin el traje de rey mago; camarada Vázquez llegará al 22-M porque por lo visto la violencia no está reñida con la democracia. Pura envidia, ya me gustaría tener tan pocos escrúpulos...