Pederasta de Ciudad Lineal
15 años de cárcel para «Pitoño»
La Audiencia Provincial impone la pena máxima para el autor del homicidio. Los dos cómplices de la muerte de Ussía pasarán cinco años en prisión
Quince años pasará entre rejas Antonio Sánchez Serrano, alias «Pitoño», por lo que hizo a eso de las 5:30 horas de la madrugada del 15 de noviembre de 2008. Sus dos cómplices, David Sancio Gutierrez y David Alonso de Aubarede, también pagarán su aportación para que Álvaro Ussía, un chico de Aravaca de 18 años, no regresara esa noche a su casa: cinco años de prisión con inhabilitación especial para cada uno. La sentencia impuesta ayer por la Audiencia Provincial de Madrid, que, además de condenarlos por homicidio, inhabilita a los tres para «todos los honores, empleos y cargos públicos», ha hecho «respirar tranquilos» a los familiares del chico, según comentó ayer el abogado de la acusación particular, Pedro Colina. «Es una sentencia muy dura. Así que estamos satisfechos», explicó Colina. Según se desprende de la sentencia de la sección vigésimo tercera de la Audiencia madrileña, el tribunal considera probado que cuando «Pitoño» saltó sobre el joven sabía que podía matarlo, aunque no se ha podido probar que tuviera esa intención. Es decir, que «Pitoño» sabía que si saltaba sobre Ussía, el chico podía morir.
Además, el que fuera aquella noche el coordinador de los porteros de «El Balcón de Rosales» abusó de superioridad sobre la víctima, lo que ha sido considerado por la Sala como un agravante del homicidio. A la hora de explicar lo que pasó esa noche, los jueces siguen la línea de lo que el jurado popular consideró probado que había ocurrido. La Sala explica que el 15 de noviembre de 2008 Álvaro Ussía estaba con unos amigos en la discoteca y, tras un incidente con una chica, fue expulsado por los porteros. Fuera, protestó y los insultó. Los porteros querían que se fuera de las inmediaciones, así que fueron a por él para alejarlo: «Cuando Álvaro estaba en el tramo de las escaleras que suben de la discoteca al Paseo de Pintor Rosales, «Pitoño», seguido por los otros dos porteros fue hasta el final y lo condujo por la fuerza hasta el final de las escaleras», apunta el tribunal. Una vez allí, el autor material del homicidio «derribó a Álvaro con una zancadilla o "barrido", cayendo al suelo de espaldas, donde quedó boca arriba». En ese momento, llegó el golpe mortal: «Antonio se tiró de rodillas sobre el pecho, impactándole con todo su peso, sabiendo que esta acción podía causar la muerte de Álvaro debido a la fuerza del impacto en una zona tan vital». Luego, según la sentencia, «Pitoño» se mantuvo encima «mientras le seguía golpeando». «Se levantó después, tras dejar a Álvaro inconsciente y provocarle una rotura traumática del corazón por aplastamiento, que le causó la muerte a las siete horas de ese día en el Hospital Clínico San Carlos de Madrid, donde fue trasladado por el Samur», indica el texto.
El tribunal señala que, mientras ocurría esto, los otros dos porteros se mantuvieron allí presentes «asumiendo la acción de Antonio e impidiendo que los amigos de Álvaro y otras personas acudieran en su ayuda», por lo que «favorecieron de este modo que Álvaro perdiera la vida».
Los abogados de los tres condenados ya han anunciado que recurrirán la sentencia al TSJM y, si ejercitan todos los recursos, harán lo propio ante el Supremo. Esto puede alargar la entrada en prisión de David Sancio y David Alonso hasta dentro de un año y medio, aproximadamente. Por su parte, «Pitoño», lleva en prisión desde el 17 de noviembre de 2008.
Antonio Sánchez Serrano«Pitoño», autor material del homicidio (15 años de cárcel), era el coordinador de los porteros del local. Hizo un cursillo de escolta y trabajó como chófer de personajes del corazón. Tiene 33 años.
David Sancio Gutierrez
Uno de los cómplices del homicido de Álvaro (al que la Audiencia ha condenado a 5 años de prisión) ya pasó unos 4 meses en la cárcel, tras ser detenido en 2008. Trabajaba en un laboratorio y tiene 34 años.
David Alonso de Aubarede
El otro cómplice es el más joven de los tres –tiene sólo 27 años– y estudiaba Educación Física cuando todo ocurrió. Pasó un par de meses en prisión tras su detención.
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