San Sebastián

«El arrepentimiento es el primer paso hacia la paz»

Mientras Bildu insistía en Azpeitia (Guipúzcoa) en su desafío proetarra, el obispo de San Sebastián, José Ignacio Munilla, pedía en la misma localidad la disolución de ETA, recordando a los terroristas que «la verdadera paz no puede nacer de los meros cálculos políticos, sino de un auténtico arrepentimiento».

Munilla, ayer, en un momento de la homilía en la basílica de San Ignacio de Loyola de Azpeitia
Munilla, ayer, en un momento de la homilía en la basílica de San Ignacio de Loyola de Azpeitialarazon

En la homilía celebrada en la basílica de San Ignacio de Loyola de Azpeitia con motivo de la celebración de las fiestas de San Ignacio, patrón de Guipúzcoa, el prelado apostó por «un camino de reconciliación que permita sanar tantas heridas abiertas». Munilla señaló que la Iglesia ha acogido «con alegría y esperanza» que algunos presos de ETA hayan manifestado «la necesidad y la importancia de realizar una lectura crítica de la acción violenta de ETA», informa Efe. En este sentido, insistió en que «el arrepentimiento desinteresado es el primer paso hacia la reconciliación con las víctimas, hacia la pacificación, y hacia la normalización».

El obispo de San Sebastián invitó a los católicos que «practicaron cualquier tipo de violencia, o que la apoyaron, o que simplemente albergan odio en sus corazones» a que se «abran al perdón de Dios». «Les animo, además, a tomar un compromiso activo por la reconciliación y por la paz», hizo hincapié.

A la misa asistieron la consejera de Educación del Gobierno vasco, Isabel Celáa, y el alcalde de Azpeitia, Eneko Etxeberria, de Bildu. Sin embargo, los representantes de la Diputación de Guipúzcoa, que estuvieron presentes en el acto de recepción de las autoridades –Martín Garitano, como diputado general, y la presidenta de Juntas Generales, Lohitzune Txarola– no entraron en la iglesia. Fuera del templo se concentraron varias personas pertenecientes a Etxerat, la asociación de familiares de presos de la banda terrorista, que portaban pancartas a favor del acercamiento de los reclusos de la organización criminal y que profirieron gritos a favor de que los presos de ETA sean trasladados a centros penitenciarios del País Vasco.


EL DATO
Sucesor de Uriarte
Munilla tomó posesión como obispo de San Sebastián el 10 de enero de 2010. Sustituyó a monseñor Uriarte y fue recibido de uñas por los sectores más radicales del nacionalismo vasco, añorantes del polémico obispo Setién.