Hoy me gustaría decir por Paloma Pedrero

Que la crisis podría tener sus bondades. Quizá el hacernos ver que se puede vivir con menos cosas y que lo importante no está en el tener. Decir que para mí lo fundamental en la vida es el amor, el amor a los otros, a la luz, a levantarse, a los libros, a la música, a pasear, a sentir, a abrazar… Esquivar mis hiperactivos y absurdos deseos. Deseos como dominar, tener razón, ser poderosa, adquirir ciertos artilugios… Qué efecto brutal hace la publicidad en nuestras vidas; esa información falsa del lugar donde pinta la dicha. Hoy me gustaría transmitir que lo más hermoso sería que todos tuviéramos unas condiciones de existencia dignas: una guarida para cada uno en la que poder estar sin ninguna violencia, en que poder crear cada uno a su modo. Alimentos, por supuesto, cada uno los que necesita. Y luz, y calor contra el frío, cada uno a la manera de su entorno. Verdadera igualdad de oportunidades. Porque no se puede estar bien si estás viendo el injusto sufrimiento de los demás. No, no se puede. Hoy quisiera decir que necesitamos más el ponernos en el lugar del otro que el quitarle la sal, que uno se siente mucho mejor viendo la buena esencia de lo humano que condenando al diferente. Todos, estoy convencida, tenemos un arte dentro, algo único que podemos dar al mundo. Encontrarlo y entregarlo, eso infunde armonía. No el tener y más tener. Ojalá pudiéramos aprender algo de esta crisis canalla que asfixia a los de siempre. Ojalá sacáramos fuerza para luchar contra la avaricia y la ceguera de tantos. Para convencerlos de que en la materia no está la felicidad.