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Muere Paco Valladares la gran voz de la comedia

El actor, de 76 años, fallece tras varios de lucha contra la leucemia

Muere Paco Valladares la gran voz de la comedia
Muere Paco Valladares la gran voz de la comedialarazon

Los más jóvenes le recordarán por la televisión, acaso por papeles teatrales como el del amigo de Paloma San Basilio en «Víctor o Victoria» (2007), o como el coprotagonista junto a Concha Velasco de «Inés desabrochada», de Gala (2003). Pero lo cierto es que Paco Valladares ha sido un nombre clave en cinco décadas del mejor teatro español. Su muerte, anunciada ayer por María Teresa Campos en su programa de Tele5, donde Valladares era colaborador, ha sido una dolorosa crónica anunciada hacía semanas: Valladares había tenido que renunciar a su último e ilusionante proyecto, «Orquesta de señoritas», con Juan Carlos Pérez de la Fuente, porque la leucemia había vuelto con fuerza. Apareció hace cuatro años, la combatió, su salud mejoró, pero hace dos días la enfermedad dejó vía libre a una neumonía fatal.

Una larga trayectoria
Su trayectoria nos sitúa ante un galán clave y un gran cómico que trabajó con los mejores directores: José Luis Alonso, Adolfo Marsillach, Ángel F. Montesinos, Alberto González Vergel, José Tamayo, Cayetano Luca de Tena... Sevillano, nacido en Pilas el 20 de agosto de 1935 –aunque su familia se vino a Madrid cuando él tenía siete años–, su voz le llevó desde joven a las tablas, ese tono grave pero modulado que con el tiempo paseó por recitales y lecturas, además de varios musicales. Incluso la prestó para doblar a Richard Burton, Alain Delon o Clint Eastwood. El cine no le fue ajeno y grabó discos, pero sobre todo su pasión fue el teatro.

Como tantos, empezó en el TEU, aunque luego llegarían compañías como la de María Jesús Valdés y la de José María Mompín, donde José Luis Alonso lo dirigió en varios Shakespeare y en clásicos españoles. De «Macbeth» y «El mejor alcalde, el Rey», pasó a «La celestina» y «La malquerida», a trabajar con Luis Escobar y a estrenar obras de Lorca y Tennessee Williams. Los 60 le unieron a los éxitos de Alfonso Paso, como «Sosteniendo el tipo», donde coincidió con una de las actrices que más se repetirían en su trayectoria, María José Alfonso. Ella, como Nati Mistral, Victoria Rodríguez y Concha Velasco, compartieron en más de una ocasión escenarios con él. Trabajó con Ángel Fernández Montesinos, primero en «Pastores de Belén» (1963) y después en «Trampa mortal» (1981). Su carrera siguió: «Sola en la oscuridad» (1967), «La fundación», de Buero Vallejo (1974), «¡Qué absurda es la gente absurda!», «La orestiada» (1975), o el musical «Historia de un caballo» (1979), con José María Rodero, que años más tarde repitió, junto a Carlos Hipólito.

Con toda la profesión
Trabajó con Irene Gutiérrez Caba («Juan Pérez»), Rocío Durcal («Un domingo en Nueva York»), Lola Herrera («Segundos fuera»), Gemma Cuervo («Los hijos de Kennedy» y, años más tarde, «La noche del sábado»), Verónica Forqué («Las mariposas son libres») y Marisa de Leza, otra actriz recurrente en su carrera. Y Mari Carrillo, Terele Pávez, Emma Penella, Emma Ozores... Cincuenta y cinco años de escenarios dan para mucho, para pasar por compañías como las de Fernán Gómez y Analía Gadé, Tamayo o Guillermo Marín. En los últimos años no paró, con obras como la reposición de «Trampa mortal», «Llama un inspector», junto a José Luis Pellicena y Concha Cuetos, o «Las de Caín». Se va un galán querido que supo trabajar la comedia como pocos. Su capilla ardiente se instalará hoy –desde las 8:00 hasta las 20:00 – en el Tanatorio de la M-30 de Madrid.


Una vida de musical
Valladares siempre volvía al musical. En «Yo quiero a mi mujer» (1977), compartió escenario con Alfredo Landa, dirigidos por Jaime Azpilicueta, y en «Por la calle de Alcalá», Ángel F. Montesinos lo dirigió junto a Esperanza Roy en un repaso a la revista (1983). «Mamá, quiero ser artista» (1986) le reunió de nuevo con Concha Velasco. Y otro título musical, «Víctor o Victoria», de Blake Edwards (2007), le hizo formar otra pareja carismática, esta vez junto a Paloma San Basilio (abajo), de nuevo dirigido por Jaime Azpilicueta.