Manhattan

La camarera negra que hundió al rey de las finanzas

En el Hotel Sofitel de Nueva York, los empleados intentan recuperar la normalidad y actúan como si no hubiese pasado nada.

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NUEVA YORK– Aun así, no pueden evitar hablar de lo que le ocurrió durante el pasado fin de semana a una compañera suya. Saben que la joven afroamericana, que se cree puede ser de Ghana o Guinea, volverá a trabajar dentro de poco. Nadie sabe exactamente cuándo. Todos la creen. No tienen razones para no hacerlo.
Sin embargo, nadie quiere dar su nombre y prefieren mantenerse alejados de los periodistas y los medios de comunicación. También de los agentes de Policía, que se han apostado en la puerta del establecimiento después de lo ocurrido.
Este hotel se ha destacado siempre por buscar la discreción. Desde la calle, apenas se ve, y su fachada se confunde con el gimnasio New York Sports Club que hay al lado, los restaurantes y otros hoteles exclusivos de la calle. Con una entrada y puertas de acceso muy estrechas, las luces y los dorados ciegan a los visitantes al entrar. En el edificio se distribuyen cientos de habitaciones en 30 pisos. Dominique Strauss-Kahn se alojó en una suite de lujo del piso 28, la 2806. Allí llegó la camarera que suele trabajar en los pisos más altos del hotel después del mediodía. Madre soltera, con dos hijos, todos hablan de ella con cariño. Su sueldo es de alrededor 23.000 dólares al año, sólo 3.000 más de lo que está considerado umbral de la pobreza en la cara ciudad de Nueva York.
La joven entró porque pensaba que la habitación estaba vacía. Y entonces fue cuando supuestamente empezó el infierno.
A pesar del miedo, los que la conocen admiten sin rodeos que esta joven de 32 años jamás hubiese inventado nada parecido para sacar dinero.
La chica nunca ha creado problemas durante los cuatro años que ha trabajado en el Sofitel.
Sus compañeros cuentan que es muy tranquila y que siempre se va a casa después del trabajo. Strauss-Kahn también es bastante conocido allí, pero posiblemente por las razones equivocadas. De la cadena francesa, casi todo el personal de este hotel de Manhattan es bilingüe en inglés y francés. Y sus habitaciones suelen estar decoradas con fotografías de París y otros motivos que evocan el glamour de Francia.
Ayer durante la vista ante el juez, el fiscal indicó que había tenido lugar otro suceso en el que el actual jefe del FMI, que aspiraba a presentarse a las elecciones de 2012 por el Partido Socialista, también habría abusado supuestamente sexualmente de una camarera en el mismo hotel neoyorquino. Al parecer, la mujer habría preferido no denunciarlo por miedo a represalias. DSK es un hombre muy poderoso. Y nadie quería problemas con él.