El grito de Welch

Segundo libro de Denton Welch que se publica en castellano y segundo intento de recuperar a un raro (pero moderno) escritor inglés cuya vida fue alcanzada por la desgracia: a los treinta años, mientras paseaba en bicicleta, un motociclista se lo llevó por delante. Quedó paralizado de cintura para abajo, pero siguió escribiendo (también pintaba) hasta que murió joven, tres años después, dejando atrás una obra que con el tiempo sería una de las preferidas de autores como William Burroughs y César Aira.

Nacido en 1915 en Shangái, Denton Welch vivió su infancia entre Inglaterra y China. Con tanto itinerario, no fue al colegio hasta los nueve años. En 1927, la muerte de su madre lo sumió en la tristeza, que luego se agravó cuando ingresó en un internado. Pero a los dieciséis dijo basta y salió de allí corriendo. Viajó a China, volvió a Inglaterra, y se dedicó a pintar un universo raro, sombrío. El accidente lo hizo más opaco y oscuro.

De ahí, quizá, que tanto en su novela anterior, «El primer viaje», como en ésta, Welch haya querido transmitir la idea de que la adolescencia es un tesoro divino, un mundo de imágenes irreales en el que alguien puede sentirse el centro del mundo o, también, un fantoche del destino. Todo encadenado por una sucesión arbitraria de actos y escenas, pero expresado con una voz que, cuando la realidad se disuelve, se transforma en un grito.

«En la juventud está el placer»
Denton Welch
ALPHA DECAY
232 páginas. 19 euros.