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OPINIÓN: Humildad

La Razón
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Estoy seguro de que el viaje que el Papa va a llevar a cabo a Inglaterra será un gran éxito.
¿Por qué estoy tan seguro? ¿Es que no parecen indicar lo contrario los muchos ataques que se están prodigando contra el Papa y contra la Iglesia? No digo que esos ataques no existan, que no tengan su importancia o que no se vayan a producir. Incluso aunque fueran representativos de lo que opina una mayoría de los ingleses –cosa que no es verdad–, tampoco me preocuparía demasiado. Estoy seguro de que el viaje será un éxito porque hay algo con lo que no cuentan sus enemigos. Este Papa tiene un «arma secreta», que lleva siempre consigo y que va a desplegar en la secularizada y agresiva Inglaterra. Es la humildad. Benedicto XVI no tiene algunas de las cualidades de su predecesor, pero posee en grado superlativo e incluso heroico la virtud de la humildad. Ésta le ha hecho encajar las mil y una calumnias que han vertido sobre él. Esta humildad es tan grande, tan manifiesta, que desarma a quien le ataca. E incluso aunque persistieran en el ataque le harían un gran favor, pues cuanto más agresivos sean con él más se desprestigiarán ellos y más engrandecerán su figura.

La sociedad inglesa, después de la visita de Benedicto XVI, quizá seguirá tan secularizada como ahora. Pero muchos, muchísimos, no sólo pondrán en duda el único prejuicio que es socialmente admitido hoy en todo el mundo, el «anticatolicismo», sino que se interesarán por una religión que tiene a un líder cuya santidad está revestida por la humildad de una forma tan evidente.

Al final, la humildad siempre vence a la soberbia. Estoy seguro.