Armstrong iba a Lourdes por Julián García Candau

Lance Armstrong antes de escalar Aubisque y Tourmalet pasaba por Lourdes. Necesitaba el milagro para superar el cáncer de testículos con metástasis pulmonares y cerebrales. Ante la incredulidad de tanto médico incapaz de creer en las circunstancias de la enfermedad era preciso que se instalara en el milagro. Cuando muchos galenos ya daban por perdida la historia de la enfermedad del ciclista, entraron en acción otros menos meticulosos. No era cosa de usar farmacopea idónea para combatir el cáncer, sino para dar fuerzas sobre la bicicleta. Tuvo que ver el tratamiento del doctor italiano Ferrari y dos residentes en Valencia.
Al ciclista, que en teoría superó tan gravísima enfermedad, se le administraron productos que servían para fortalecerle. Nadie podía creer que pese al milagro de Lourdes tuviera fuerzas para ganar siete veces consecutivas el Tour. Han sido gentes de su entorno quienes han contado la verdad. Ha sido en Estados Unidos, en su país, donde han puesto al descubierto sus maniobras para ser el más fuerte. De haber sido sentenciado en Francia, se habría argüido que ello se debía a perversas manipulaciones y se habría recurrido a argumentos inapropiados.
Que haya sido Estados Unidos su más duro juzgador poniendo al descubierto su dopaje desmonta cualquier teoría sobre envidias y persecuciones europeas del diario «L'Equipe», con el que ha tenido encontronazos. El informe estadounidense deja constancia de que se trató con EPO antes de que esta sustancia fuera detectada y se le ha acusado de autotransfusiones, testosterona y corticoides. Menú completo.
Posdata. Más dura ha sido la caída.