Caso Auditorio

De la moción a la cuestión

La moción de censura y la cuestión de confianza están diseñadas para medir el apoyo parlamentario de los presidentes del Gobierno, aunque la primera es presentada por la oposición mientras que la segunda es una iniciativa del jefe del Ejecutivo.

La Razón
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¿Qué tienen en común la cuestión de confianza y la moción de censura?
–En que se trata de exigencia de responsabilidad política, pero concretada sólo en el presidente del Gobierno, no sobre los ministros; aunque, lógicamente, el resultado les afectará igualmente de forma directa. En ninguno de los dos supuestos interviene el Senado. En el fondo, lo que trasluce detrás de cada una de esas figuras es la disolución de las cámaras y convocar elecciones sin esperar al final de la legislatura.

¿Cuáles son sus principales diferencias?
–En la cuestión de confianza, la iniciativa corresponde al presidente del Ejecutivo, quien busca un gesto explícito y exteriorizado del Congreso de los Diputados a su gestión política. En cambio, en la moción de censura la iniciativa corresponde a un grupo de diputados y en su presentación debe figurar el candidato a sustituir al presidente «censurado».

¿Qué busca un presidente cuando se somete a una cuestión de confianza?
–Regulado en el art.112 de la Constitución, se requiere la previa deliberación en el Consejo de Ministros. Con ella, el principal responsable del Ejecutivo comprueba si la Cámara que le otorgó su confianza en la sesión de investidura sigue manteniendo su apoyo.

¿Qué se exige para que salga adelante la cuestión de confianza y qué supone?
–Se requiere que vote a favor de esa propuesta al menos la mayoría simple de los diputados y supone un aval al presidente del Gobierno, quien sale reforzado en su gestión política.

¿Qué consecuencias tiene si, por el contrario, no logra la confianza del Congreso?
–La consecuencia directa es que el presidente del Gobierno deberá dimitir e iniciar un proceso de investidura para elegir a otro que ocupe ese cargo. Sin embargo, lo lógico es que proceda a poner fin a la legislatura y convocar nuevas elecciones generales.

¿Y en qué consiste la moción de censura y quién puede presentarla?
–Es una forma de exigir responsabilidad política al Gobierno, concretada en su presidente. Debe presentarla al menos la décima parte de los diputados del Congreso (35) y en ella deben constar las causas que han originado esa acción.

¿Cuál es su característica esencial?
–Que debe incluir un candidato a la presidencia del Gobierno, que sería quien asumiría ese cargo si triunfase la moción de censura presentada.

¿Qué se necesita para que salga adelante y cuáles son sus consecuencias?
–Se requiere el apoyo de la mayoría absoluta del Congreso de los Diputados (176) y la consecuencia, si sale adelante la iniciativa, que se deriva es directa: el presidente del Gobierno debe dimitir de forma inmediata y el candidato que propuso la moción de censura es investido como nuevo responsable del Ejecutivo quien, lógicamente, nombrará a sus nuevos ministros.

¿El nuevo presidente está obligado a convocar elecciones de inmediato?
–Legalmente, no. Sin embargo, políticamente es lo más correcto, toda vez que, en el fondo, apoyar una moción de censura supone reprobar la actuación del hasta entonces presidente del Ejecutivo, sin que de ello se pueda derivar una confianza en el promotor de la cuestión para dirigir la política del país.