Cartagena

El incendio de Hellín provoca un desastre natural en la Región

Los ministros Cañete y Morenés se desplazan a la zona y un albergue de Calasparra acoge a los vecinos desalojados

El incendio de Hellín provoca un desastre natural en la Región
El incendio de Hellín provoca un desastre natural en la Regiónlarazon

Calasparra/Moratalla- Todavía se encuentra fresco en el ideario colectivo de la población de la Región de Murcia el recuerdo del efecto devastador de las llamas que calcinaron más de mil hectáreas en septiembre de 2010 en la sierra del Molino de Calasparra y la desoladora imagen que provocaron en el mes de agosto del año pasado cuando ardieron otras quinientas hectáreas en la sierra de Atamaría que se extiende entre la pedanía Portmán de La Unión y el municipio de Cartagena, así como la reciente imagen de las llamas consumiendo la sierra de la Muela en la ciudad portuaria a causa de una imprudencia el mes pasado.

Cuando las chispas de los incendios arrecian existe una localidad murciana en la que los corazones se encojen especialmente. Este lugar no es otro que Moratalla, la misma localidad en la que en 1994 se calcinaron más de 30.000 hectáreas en una catástrofe que pasó a la historia por ser una de las más cruentas de la que jamás sucedió enEspaña. Precisamente este municipio de la comarca del Noroeste murciano vive desde la tarde de anteayer los efectos de un nuevo incendio que está afectando gravemente a la sierra Salmerón de Moratalla. En apenas unas horas, las lenguas de fuego reducían a cenizas más de quinientas hectáreas, la misma cantidad que se perdió el verano pasado en Atamaría. Las últimas informaciones sitúan en 1.100 las hectáreas perdidas por el incendio que se originó inicialmente en la pedanía de Isso, perteneciente a la localidad albaceteña de Hellín.

El soplo del viento en dirección desfavorable causó que las llamas se propagaran con lamentable rapidez y que el fuego llegara a los límites de la Región de Murcia en poco más de tres horas. Los focos más activos se situaron en la sierra Salmerón y el entorno del embalse del Cenajo, donde ayer existía un frente de dos kilómetros sobre un terreno que presentaba una humedad del 74 por ciento, aspecto que resultaba positivo para su extinción, aunque no se pudo controlar por completo.

Precisamente para favorecer la estabilidad del incendio, resulta un aspecto fundamental la dirección que tome el viento. Al respecto el consejero de Presidencia del Gobierno de la Región de Murcia, Manuel Campos, afirmó que el hecho de que llegara el viento procedente del Norte alrededor de las dos de la madrugada del domingo al lunes facilitó las tareas de extinción. Por el contrario, en la zona albaceteña del fuego, el aire procedente del Sur dificultaba las tareas de estabilización y retrasaba los avances en los trabajos de lucha contra las llamas.

La situación del incendio de Moratalla no pasó inadvertida para los miembros del Gobierno de España. De esta manera, los ministros de Agricultura y Medio Ambiente y Defensa, Miguel Arias Cañete y Pedro Morenés respectivamente aterrizaron en el entorno del Santuario de la Virgen de la Esperanza de Calasparra poco antes del mediodía para visitar el puesto de mando avanzado situado en la zona para controlar las tareas de extinción. Después de conocer de primera mano la última hora del incendio ubicado en las localidades valencianas de Cortes de Pallás y Andilla, donde el fuego arrasó casi 50.000 hectáreras, Cañete y Morenés mantuvieron una reunión con los mandos de la Dirección General de Medio Ambiente de la Comunidad Autónoma y la Unidad Militar de Emergencias, encargados de diseñar el plan de actuación.
La primera medida que adoptó Cañete fue la de reforzar los medios técnicos que trabajaban contra las llamas con la incorporación de cuatro aviones y un helicóptero «Kamov» con capacidad para almacenar cinco mil litros de agua. Además, el ministro señaló que «la ola de calor y la escasez de precipitaciones durante la época de invierno favorecen la aparición de incendios durante la estación veraniega». Ante esta circunstancia, alertó que este año se van a combatir especialmente las imprudencias porque «pueden ser muy peligrosas». En este ámbito, advirtió que los mencionados incendios de Valencia se produjeron precisamente por una imprudencia. Sobre las causas que favorecieron el origen de las llamas, ninguna autoridad detalló a qué se debió y Cañete afirmó que «cuando se encuentren totalmente controlados los focos existentes tendrá lugar una evaluación y análisis de lo acontecido para verter claridad sobre lo sucedido». Por su parte, el ministro Morenés destacó «el compromiso demostrado por todos los presidentes y alcaldes en la lucha contra el fuego» y se refirió a los trabajos desde medios aéreos como la fórmula más eficiente y rápida para luchar contra las llamas. De igual manera, resaltó la colaboración mantenida entre los ejecutivos de las zonas implicadas para disponer en el menor tiempo posible los equipos de trabajo.

En la misma línea, el presidente murciano, Ramón Luis Valcárcel, lamentó la «imprevisibilidad que encierran todos estos sucesos porque impiden que se pueda trabajar con previsión». También señaló que los problemas podrían arreciar como soplara viento del Sur y situó en el paraje del Cenajo la zona en la que las tareas de estabilización estaban resultando menos productivas. Por otra parte, un destacamento de más de cuatrocientos efectivos se quedó toda la noche trabajando en la zona con la intención de que, a lo largo del día de hoy, se pudiera dar por extendido el incendio en Salmerón.