Benedicto XVI
Benedicto XVI a los jóvenes: «Hasta Madrid si Dios quiere»
El Papa tiene muy presente su cita con los jóvenes en Madrid el próximo mes de agosto. Ayer lo volvió a demostrar una vez más en la celebración del Domingo de Ramos.
Benedicto XVI sustituyó la habitual reflexión con la que inicia el Ángelus del domingo por una invitación a todos los asistentes a la Plaza de San Pedro para que participen en la Jornada Mundial de la Juventud 2011.
El momento de más júbilo para los miles de jóvenes asistentes llegó al final del acto, cuando el Pontífice les dedicó unas palabras en varios idiomas, siempre haciendo referencia a su visita a Madrid del 16 al 21 de agosto. Así, Benedicto XVI se acordó de las nuevas generaciones de los países católicos y les instó a seguirle en la capital española. Los peregrinos franceses fueron los primeros a los que se refirió el Papa. Para ello, les remitió al lema de la JMJ: «Permanecer arraigados en Cristo y firmes en la fe». Además, los animó a acompañarle dentro de unos meses en Madrid afirmando que «así seréis testigos alegres e incansables del amor infinito de Dios por nosotros hoy».
A renglón seguido los aludidos fueron los españoles, los anfitriones del encuentro del cual él será protagonista. Tras comentarles una vez más su deseo expreso de que acudan a verle, y los ha animado a «vivir las celebraciones de la Pasión» en esta Semana Santa para «alcanzar la plenitud de lo que estas fiestas significan para todos los cristianos».
Los jóvenes de habla portuguesa también gozaron de los consejos del Pontífice. A éstos les deseó «una Semana Santa rica de frutos espirituales». Durante el discurso hizo hincapié en que aprendan de la Virgen María «a escuchar a Dios en el silencio interior, a mirar a los otros con corazón puro y a seguir a Jesús con fe amorosa, por el camino del Calvario que lleva a la alegría de la Resurrección de Cristo».
La Jornada Mundial de la Juventud está despertando en Benedicto XVI su lado más vital y juvenil. En cada uno de sus actos en público no duda en animar a los jóvenes del mundo durante su mensaje a que se pasen por Madrid. De hecho, su despedida fue un rotundo: «¡Hasta Madrid!, si Dios quiere».
Ya en la homilia de la misa, el Santo Padre destacó que el hombre tiene «hoy más que nunca» el deseo de «ser como Dios», pero advirtió de que, pese a los progresos tecnológicos y los avances logrados, los límites de la humanidad permanecen. «Sólo hay que pensar en las catástrofes que en estos meses han afligido y siguen afligiendo a la humanidad», señaló. El Papa dijo que el hombre se encuentra «en el punto de intersección entre dos campos de gravedad».
Está la fuerza que «le atrae hacia el egoísmo, la mentira y el mal» y, por otro lado, está la «fuerza del amor de Dios: el ser amados de Dios y a respuesta de nuestro amor que nos atrae hacia lo alto y nos hace auténticos».
Mano tendida a los alejados
El arzobispo de Toledo, Braulio Rodríguez, reflexionó ayer sobre los actos contra la Iglesia cometidos recientemente y ha propuesto «crear una estructura permanente para el diálogo entre creyentes y no creyentes». Así lo aseguró ayer durante la homilía celebrada en la Catedral Primada de Toledo, con motivo de la festividad del Domingo de Ramos, donde señaló además que el Papa piensa que esta iniciativa llamada el atrio de los Gentiles, que ya ha tenido eco en Frnacia «es un impulso al encuentro amistoso entre personas de diferentes convicciones».
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