Comunidad de Madrid

El efecto JMJ: más vocaciones y más apoyo en el IRPF

La visita de Benedicto XVI incrementó los ingresos por turismo en toda España. Más españoles marcan la casilla en favor de la Iglesia en su Declaración de la Renta

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Madrid- Existe un antes y un después de la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ). Ésta es la percepción de todos los participante y en particular de los organizadores que, durante casi un año, dirigieron todas sus fuerzas hacia un único objetivo: el éxito del segundo encuentro de jóvenes con el Papa en España (el anterior encuentro fue en 1989, con el Papa Juan Pablo II, en Santiago de Compostela). Un año después de esa intensa semana, los cientos de personas que coordinaron todas las acciones echan la vista atrás. «Ha pasado ya un año y sigo rememorando momentos. La respuesta de los ciudadanos fue brutal. No nos esperábamos una acogida tan buena», afirma con entusiasmo Maru, al otro lado del teléfono. Ella, junto a su socia Eva, fue la principal responsable de la ambientación en las calles de Madrid. Ha sido uno de los trabajos más importantes de su vida y «un acontecimiento imborrable».

Sus actos lograron que miles de ciudadanos salieran, en pleno mes de agosto, al asfalto madrileño para seguir el minuto a minuto de la visita de Benedicto XVI a la capital de España. «Una de las acciones que más repercusión tuvieron fue la que se realizó desde la sede de La RAZÓN. Recibir al Papa con una Virgen de 17 metros de altura fue impresionante», sostiene. Otra de las repercusiones de las que más orgullosa se siente Maru es de que su empresa de comunicación (Con Causa) diera trabajo a otros ocho negocios españoles: «Teníamos un presupuesto reducido pero lo supimos emplear bien».

El propio Benedicto XVI, meses más tarde de la fiesta de fe que se protagonizó en Madrid, reconocía que aquellos días se convirtieron en «una medicina contra el cansancio de creer». El Pontífice sintió el apoyó de profesores y religiosas en El Escorial, sintió el abrazo de los más débiles en la casa de los hermanos de San Juan de Dios pero, sin duda, las mayores muestras de apoyo las recibió en las calles, donde más de un millón y medio de personas cantaban y coreaban su nombre a su paso. «Fue una explosión de luz ver banderas amarillas entremezcladas con las de España», recuerda Maru.

La labor de Javier Sobrino, director de Planificación de la JMJ, también fue imprescindible. Lograr coordinar a más de 30.000 voluntarios y planificar cada uno de los actos papales convirtieron esos días en «los más intensos» para el joven. Aún así, haciendo balance, es tajante: «Fue un éxito organizativo que situó a Madrid en el centro comunicativo mundial». Más de 600 millones de personas participaron en la JMJ a través de los medios de comunicación de todo el mundo. «Lo que conseguimos en Madrid demuestra que se pueden realizar grandes eventos en nuestra ciudad. Hemos dejado claro que la capital está más que preparada para poner en marcha grandes acontecimientos», insiste Sobrino. Su equipo también logró un reconocimiento regional: «Nos dieron un premio por incentivar el Turismo en Madrid». De acuerdo con la cifra que aportó el Ministerio de Industria, el pasado mes de agosto el número de visitantes se incrementó en más del 40 por ciento en la Comunidad de Madrid. El impacto económico en España fue de 354,3 millones de euros.

La estancia de Benedicto XVI en nuestro país también animó a numerosos jóvenes a ofrecer su vida a Dios. Este año se ha incrementado el número de seminaristas en 51 y más de 200.000 español marcaron la X de la Iglesia en su Declaración de la Renta. Éstas son sólo las cifras del «efecto JMJ», el verdadero sentir lo llevan dos millones de jóvenes que no olvidarán la semana que compartieron unidos en Madrid.


EN PRIMERA PERSONA
Arturo Fernández, presidente de CEIM
«Ojalá volviera el Papa a Madrid»
El empresario recuerda con alegría la avalancha de jóvenes que llenó Madrid del 15 al 21 de agosto del año pasado. «Para la hostelería madrileña fue un gran acontecimiento. Un revulsivo perfecto para el verano», explica el dueño del Grupo Arturo. Reconoce que el paso de la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ) por la capital «se ha notado espectacularmente. Fue un éxito y mostró la mejor cara de la marca España. Ojalá se repitiera y volviera el Papa porque es una de las mejores cosas que nos han pasado. Tuvo el nivel de una Olimpiada». En lo que respecta a la actitud de los jóvenes, «mostraron una actitud cívica ejemplar».