Bakersfield
Petróleo «solar»: se extraerá por primera vez crudo gracias al sol
California estrena el primer invernadero de paneles solares para recuperar con vapor de agua el «oro negro» enterrado, reduciendo el uso de gas natural, responsable de una contaminación anual equivalente a 2,7 millones de coches
Con la guerra de Libia y Japón de imagen de fondo es lícito recordar que el petróleo fácil y aquellos barriles a veinte dólares se acabaron (ya superan de largo los cien). Y, de momento, parece que insistimos en no reducir nuestra necesidad energética. Ya en 2003, British Petroleum advertía que a este ritmo de explotación y consumo, las reservas de petróleo convencional acabarían en 40 años.
Ya hemos superado el primer decenio y cada vez más petroleras centran su investigación en técnicas de recuperación mejorada (EOR en inglés). Con la recuperación primaria y secundaria –la salida natural del crudo por la propia presión y una ligera ayuda a forma de empujón periférico con agua– se consigue robarle a la tierra, sólo el 20-30 por ciento del oro negro. El objetivo son ahora los petróleos no convencionales, los crudos atrapados entre las rocas del subsuelo, bien porque en su migración desde la roca madre (donde se formaron por la descomposición de la materia orgánica) han encontrado a su paso reservorios cerrados por piedras, bien porque en el traslado quedaron adheridos. Las condiciones de estos petróleos distan entre sí y entre la variedad de invenciones para sacarlo de su escondite están la inyección de vapor de agua, de CO2 de yacimientos naturales o de químicos. Incluso, se baraja la idea de utilizar el CO2 generado en las industrias para empujar ese petróleo, mientras que el gas contaminante quedaría enjaulado sin poder contribuir al efecto invernadero. De momento, es sólo una prometedora conjetura, «hay cantidades enormes de petróleo, pero es más caro producirlo que lo que se obtiene», explica Carlos Rossi, del departamento de Petrología y Geoquímica de la Universidad Complutense de Madrid.
Rayos reflejados
GlassPoint acaba de inaugurar su invernadero piloto Kern County 21Z en Bakersfield (California) para aprovechar la energía del sol en la extracción del petróleo «difícil». El Departamento de Energía americano asegura que con las EOR se podrían extraer hasta 240.000 millones de barriles. «En el suelo americano hay más petróleo que las reservas "probadas"de Arabia Saudí».
La compañía productora Berry Petroleum sostiene que con una instalación de cuatro km2, se podrían extraer hasta 90 barriles al día. Su primera instalación es mucho más pequeña, sólo 640 m2, aunque es modulable. Los rayos del sol se reflejan en espejos y calientan el agua que pasa por un tubería a 700 grados, convirtiéndola en vapor que será inyectado en los pozos para empujar el petróleo. Para proteger los reflectores se construye un invernadero. Su estructura es de aluminio ligero (su peso es de 3,1 kg por m2) y el uso de cristales finos permite la entrada de un 81 por ciento de luz.
Probablemente no tenga la categoría revolucionaria de la invención de la pólvora, «la inyección de vapor de agua se empezó a usar hace décadas», comenta Rossi, pero esta solución es interesante porque no es contaminante. «La inyección de vapor se usa para incrementar la producción de crudos viscosos. Este vapor inyectado a alta temperatura (200 a 300°C) calienta la formación y disminuye la viscosidad del crudo haciéndolo fluir hacia los pozos productores», explica Eduardo Manrique, ingeniero sénior de depósitos, de la empresa Tiorco.
Lo común es generar el vapor quemando gas natural. Aunque en vista de la creciente demanda para la generación de electricidad, por ejemplo, y de que dentro de los combustibles fósiles es el más limpio, este sistema híbrido –la propuesta de Glasspoint no desdeña la ayuda de gas natural para la producción del vapor durante la noche–, reduce la demanda de gas, dicen, hasta un 80 por ciento y en consecuencia, las emisiones de CO2. Sin embargo, los niveles de producción de petróleo no se ven afectados por las variaciones en la de vapor, según fuentes de Glasspoint. Además, aseguran que, actualmente, el uso masivo en California de gas natural para la recuperación de petróleo está generando una contaminación equivalente a 2,7 millones de coches.
Una ventaja más de las que anuncia la empresa es que el agua proviene del mismo yacimiento y además se recicla. «Se denomina agua de producción. En los yacimientos nuevos siempre hay una proporción de agua con el crudo, que normalmente necesita un costoso tratamiento para su reutilización», explica Manrique. El líquido, según Glasspoint, necesita un mínimo tratamiento y se recupera del subsuelo una y otra vez, cerrando al circuito.
Las limitaciones, por llamarlas así, serían que los depósitos de petróleo sólido «no pueden estar a mucha profundidad porque el vapor a mucha presión se convierte en líquido», explica Rossi y que sólo podría instalarse en lugares soleados. «Canadá y Rusia con altas reservas de crudos pesados no lucen como beneficiarios de esta tecnología», explica Manrique. Le empresa asegura que ya tiene contactos «con los mayores productores de petróleo de la zona. En el golfo arábigo, el suministro de gas natural es limitado y la necesidad de EOR crece rápidamente».
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