Sentido de pacto

Rajoy ha zanjado muy bien el asunto del polémico gobierno de concentración. Ante lo que parece un desliz de Arenas, desmentido luego por el propio político andaluz, el presidente del PP tiene claro que con este PSOE a ninguna parte. Otra cosa es, y bien lo sabe él que ha sido ministro de Aznar, los pactos de Estado en cuestiones de interés nacional. Hete ahí años atrás el conocido «Pacto del Majestic», que suscribió Rato con CiU, de tan buenos resultados. O los acuerdos parlamentarios que ese gobierno logró, incluso, con el PNV.Ahora, Rajoy no tiene complejos en permitir un acuerdo con el ministro de Industria para frenar la subida de la luz. Una medida fuertemente popular, aunque no guste a las eléctricas. Es una buena táctica para romper la imagen que los socialistas quieren dar a toda costa de un PP siempre en negativo. Si un día vota no al decretazo en el Congreso, poco después se abstiene en la reforma laboral. Es una manera de demostrar que Rajoy manda sin presiones de nadie. Aquí lo que prima es el interés de los ciudadanos.Volcado en Cataluña y Andalucía, sus dos grandes e inmediatas apuestas, no le va mal, a tenor de las encuestas. Mientras Zapatero naufraga a la deriva, Rajoy despierta ya aroma de poder. Desde la oposición, nada de coalición. Pero sí, sentido de pacto. Cuando así lo requiera el interés general.