Tenis

Miami

Mucho más que una final

Nadal, que no ha ganado a Djokovic este año, busca su tercer Wimbledon ante el nuevo número uno. Rafa volverá a jugar infiltrado

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Un cambio de ciclo o la constatación de que Nadal sigue siendo el rey del circuito, aunque la clasificación oficial amanezca mañana diciendo lo contrario. La final de Wimbledon va mucho más allá del premio que significa ganar un «Grand Slam». Djokovic pretende estrenar el número uno del mundo con su primer título en la hierba de Londres; derrotar a Nadal por primera vez en una final «de verdad»... Rafa persigue su tercer entorchado en el All England Tennis Club, situarse a la altura de Becker y McEnroe, ganar su undécimo «grande», repetir el doblete Roland Garros-Wimbledon... Ampliar su leyenda.

Nadal se ha sentido en las dos últimas semanas más cómodo que nunca en Londres. Ni siquiera las molestias en su tobillo izquierdo –hoy volverá a jugar infiltrado para «olvidar» el dolor– que le dieron el gran susto en octavos ante Del Potro han alterado un tenis que ha alcanzado niveles nunca antes vistos en hierba. Su derecha corre como en los mejores tiempos, su servicio está como nunca, apenas comete errores no forzados... A pesar de todo y de que Djokovic no se ha mostrado como en los seis meses anteriores, Toni Nadal ve «ligeramente favorito» al serbio. Esas dudas vienen amparadas por los precedentes más inmediatos. Cuatro partidos en cuatro finales de Masters 1.000 (Indian Wells, Miami, Madrid y Roma) y pleno de victorias para el balcánico. Nadal y su entorno reconocen que hasta ahora no han sabido plantear los partidos ante el serbio, pero sobre el césped los antecedentes más cercanos sirven de poco. «Está complicado porque cuando una persona te gana cuatro finales, significa que es mejor que tú. Te empiezas a plantear cosas, pero hay algo que cambia: la superficie también ayuda a Rafa», asegura Toni.

Djokovic no ha sido en el torneo tan agresivo como durante el resto de la temporada, pero eso le ha bastado para alcanzar la final y convertirse en el vigésimo número uno de la historia. Hay quien asegura que «Nole» no ha alcanzado el nivel de anteriores torneos por la presión a la que estaba sometido para alcanzar el liderato de la ATP. Una vez arrebatado el trono a Nadal puede aparecer el jugador que presenta un balance de 47 victorias y una sola derrota en 2011.

El serbio no quiere saber nada de presión: «No tengo que demostrar nada a nadie, sólo a mí mismo. Quiero ganar este trofeo porque ése ha sido siempre mi sueño, ganar una final en Wimbledon», aseguró antes de la suave sesión de entrenamiento que realizó por la tarde.
«Nole» reconoce que se encuentra «muy excitado» ante su primera final después de siete participaciones en Wimbledon. Y no coincide con Toni Nadal en el análisis del partido: «Nadal es físicamente superior, todos los sabemos y es el jugador más fuerte que hay ahora mismo en el circuito, así que tengo que estar preparado y creo que es así. Me siento en forma en este momento y, obviamente, estoy mentalmente muy motivado». «La Catedral» de Wimbledon acoge hoy mucho más que una final.


El primer consejo del tío Toni
«Cuando Rafael era niño le dije que lo principal era ganar Wimbledon, que si quería diferenciarse del resto de jugadores españoles, ser especial, tenía que ganar Wimbledon», comentó ayer Toni Nadal en vísperas de que su sobrino dispute su quinta final en Londres. Rafa siguió el consejo de su tío a rajatabla y éste asegura que el punto de inflexión en hierba llegó en la segunda ronda de Wimbledon 2005 ante Gilles Muller. «Aquella derrota nos permitió ver que tenía la obligación de seguir creciendo», asegura. Esa evolución le llevó a protagonizar el mejor partido de su vida en hierba, la final de 2008 ante Federer, y ofrecer un nivel elevadísimo en las semanas de esta edición.