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Cataluña «indignada» sopesa también recurrir ante el TC

Artur Mas advierte al Gobierno de que su comunidad es «demasiado importante» para prescindir de ella y no tenerla en cuenta

El presidente de la Generalitat, Artur Mas
El presidente de la Generalitat, Artur Maslarazon

BARCELONA- La Generalitat está molesta, indignada y hasta furiosa con el «ordeno y mando» del ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro. Pero no es una rebelde sin causa. Si el Gobierno mantiene su decisión de no flexibilizar el déficit autonómico, Cataluña no desenfundará las armas. El conseller de Territorio y Sostenibilidad, Lluís Recoder, primero, y el president de la Generalitat, después, aseguraron ayer que la Generalitat se arremangará aún más la camisa para cumplir con los objetivos de déficit y con el techo de deuda que el Consejo de Política Fiscal y Financiera (CPFF) fijó en el 22,81 por ciento del producto interior bruto (PIB). Eso siempre y cuando el Gobierno no cambie de decisión, porque la Generalitat mantiene el pulso para que Montoro rectifique y comparta el punto de margen de déficit que le ha dado Bruselas.
Mas lanzó un órdago a Mariano Rajoy. Le avisó de que el Estado no será capaz de salir de la crisis si ahoga financieramente a la Generalitat y económicamente a Cataluña. Mas no pudo esconder su enfado con el ministro de Hacienda durante la inauguración de un hotel, en Mataró (Barcelona), desde donde le reprochó su menosprecio y falta de respeto hacia Cataluña. Tras reprochar al Gobierno que no ha entendido qué quiere decir «sumar esfuerzos para salir de la crisis», insistió en que Cataluña es demasiado importante para España y el sur de Europa como para prescindir de ella.

El protagonista del desplante a Montoro, el conseller de Economía, Andreu Mas-Colell, prefirió no hacer declaraciones. Lo hará hoy, en una entrevista a una radio catalana. Aunque ni él ni su departamento, quisieron avanzar si Cataluña, igual que Andalucía, recurrirá los objetivos de Montoro al Constitucional, de las palabras de Mas se deduce que ni Gobierno ni Generalitat se van a dar tregua estas vacaciones.

El ejecutivo catalán no encajó bien que Montoro advirtiera a todas las comunidades, incluidas las rebeldes, de que tendrán que cumplir con los objetivos fijados por el Gobierno, tal y como exige la Ley de Estabilidad Presupuestaria. «Una cosa es que la Generalitat exprese su malestar no asistiendo a la reunión, algo que es lícito y comprensible, y otra que se intente confundir a la opinión pública diciendo que no queremos cumplir», lamentó. Recoder consideró que la reprimenda de Montoro «está fuera de lugar», porque Cataluña ha demostrado que es de los primeros de la clase en política de austeridad. Fue la primera en tratar de ajustar su déficit y Recoder aseguró que seguirá trabajando con este objetivo.

Como alumno aventajado, el Gobierno catalán replicó al ministro Montoro que «no nos dé lecciones y que no intente confundir a la ciudadanía», poniendo en duda que Cataluña cumplirá. «Les llevamos mucha ventaja», defendió, «porque nosotros hace mucho tiempo que fuimos valientes y cogimos el toro por los cuernos», en cambio el Gobierno lo está haciendo «tarde y mal».

 

El euro por receta reporta 10 millones a la Generalitat ...
Barcelona- La Generalitat ha recaudado diez millones de euros con la implantación del euro por receta, que se comenzó a aplicar el 23 de junio. Con estos datos se cumplirían las previsiones iniciales, que esperaban obtener unos 100 millones en un año. Este balance de la consejería de Salud coincidió con la puesta en marcha del copago de medicamentos impulsado por el Gobierno, que transcurrió sin problemas en Cataluña pese al retraso de un mes. No obstante, diversas entidades y asociaciones ciudadanas protestaron contra el euro por receta de la Generalitat, denunciando que afecta a los enfermos crónicos y a las personas con pocos recursos, informa J. Planes.

... y los impagos del Govern a los asilos llegan a 28 millones
Barcelona- Los impagos de la Generalitat este mes de julio a las residencias concertadas y colaboradoras asciende a 28 millones de euros, según avanzaron ayer fuentes de la Asociación Catalana de Directores de Centros de Atención a la Dependencia Gerontológica (Ascad). Concretamente, el gobierno catalán ha dejado de abonar los 1.200 euros de media que les corresponden mensualmente a un total de 23.388 dependientes catalanes que se encuentran en residencias, la mayoría de ellos reconocidos con grados severos de dependencia. El precio medio de una plaza residencial es de 1.750 euros, aunque unos 500 son abonados por el propio usuario en concepto de copago. Los centros aseguran que la atención a los usuarios está garantizada, siempre y cuando la Generalitat abone los pagos de agosto, informa M. Molins.