Historia

Sevilla

Abuelos vanidosos por Lucas HAURIE

La Razón
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Habrá votantes el 20-N que no habían hecho la Primera Comunión la última vez que Aznar se presentó a unas elecciones. Pese a ello, Alfonso Guerra todavía nombró al «tío del bigote» en sus más celebrados momentos del mitin de antier en Dos Hermanas. Es sólo un ejemplo, quizás tonto, de hasta qué punto está fuera de foco el actual PSOE. Tanto, que aún piensa que puede incidir en las elecciones la hoja de servicios de Rubalcaba con un grupúsculo marginal de bandidos con menos calado político que los caucásicos que revientan chalés en La Moraleja. No será este regreso al pasado lo que atenúe el batacazo de los socialistas, que han movilizado a los abuelos para defender el búnker de Berlín: en el colmo del patetismo, en abril del 45, se presentaron a filas sesentones con uniformes de la guerra del 14 para servir de diana a la artillería soviética. Da pena ver a Felipe González, el político español con la cabeza mejor amueblada del último tercio del siglo XX, zarandeado por segundos espadas del PP que tendrían que referirse a él en tesis doctorales, si es que alguno estudia, y no en insidiosos tuits. La vanidad los ha lanzado a una última, y vana, batalla.