Independencia del fiscal jefe

 Posteriormente, me explicó que durante la época en la que estuvo investigando las corrupciones de Juan Guerra (hermano de Alfonso Guerra, ex vicepresidente del Gobierno), sufrió grandes presiones por parte del fiscal general del Estado para que retirara la acusación, al igual que en otras polémicas causas. Nunca lo hizo. En aquella época siempre me explicó que la mejor manera que tiene un fiscal para evitar una presión política es decirle a tu superior que te envíe la orden por escrito, ya que dejaría constancia de su falta de imparcialidad. Mi padre se llamaba Luis Portero García, fue fiscal jefe del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía y asesinado por ETA en el año 2000. Hoy en la Audiencia Nacional y, después de los precedentes de los años de negociación con ETA, necesitamos un fiscal jefe que no se deje influir por el fiscal general, que sea independiente y que se preocupe de defender las causas de la ciudadanía. Necesitamos un jefe que no les obligue a realizar acusaciones o defensas en las que no creen, que luche por su equipo y trabaje por el bien de España y con el fin de derrotar al terrorismo sin ningún tipo de concesión política. Como ya dijiste en 1991, un buen fiscal jefe siempre será independiente, pero nunca lo ascenderán porque la independencia y la política son enemigas.