Ni su mujer cree a Eguiguren

«Tendrían que condenar la violencia de ETA, y la duda que tengo es si van a ser capaces». En una conferencia en Bilbao, acaparada por las preguntas sobre Eguiguren, Romero recordó que su marido «ha pedido siempre la entrega de las armas y la desaparición de ETA». Para la presidenta de las Juntas Generales de Guipúzcoa, tras la última tregua de ETA rota con el atentado de Barajas, «nadie discute que no puede haber negociación alguna mientras no depongan las armas», informa Efe.Lo cierto es que el presidente de los socialistas vascos se ha convertido en un «soniquete» molesto para el PSOE y para el Gobierno. Quien antaño formó parte de la mesa negociación con ETA por indicación de Zapatero no hace ahora más que dar quebraderos de cabeza a un Gobierno que ha decidido no dejarse influir por las «prisas» de la banda terrorista y su brazo político. Cada vez que Zapatero pide prudencia, sale Eguiguren con su particular lectura de lo que se mueve o no se mueve en la banda asesina; cada vez que Rubalcaba da una consigna, va el presidente del PSE y se sale del renglón escrito por el «vicetodo»… Este fin de semana, volvía por sus fueros y ayer el PSOE tuvo que salir al paso para decir que la dirección federal no comparte la «visión optimista» de Eguiguren sobre el final de ETA. Esta vez el encargado fue el secretario de Organización, Marcelino Iglesias, quien no quiso pronunciarse sobre la posibilidad de si el partido abrirá un expediente al presidente del PSE, pero sí dijo que los socialistas no tienen «ninguna prisa» y que, además, están convencidos de mantener las políticas antiterroristas que hasta ahora han dado resultados, esto es: acoso policial, judicial y unidad política.

«Lo más importante en la lucha contra ETA –reiteró el número tres del PSOE– es mantener la unidad y las estrategias desplegadas hasta ahora, y eso es lo que el Gobierno va a seguir haciendo». En virtud de ello, garantizó que no hay «ningún tipo de conversación» con la banda terrorista. Y sobre la reunión de Eguiguren con la abogada de Arnaldo Otegi, Iglesias insistió en que se celebró como consecuencia de que el presidente del PSE irá como testigo del ex portavoz batasuno porque «así lo ha reclamado el juez y, por tanto, no tiene opción. Su asistencia es obligatoria».

Por su parte, la secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal, reclamó a Zapatero una «desautorización expresa» de las declaraciones de Eguiguren, que considera «absolutamente bochornosas». La dirigente popular advirtió de que su partido «no va a tolerar la presencia de ninguna suerte de mediador o mediadores internacionales».