Bruselas
El paro obliga a España a exigir a los rumanos permiso de trabajo
La UE avisa de que sin su autorización no se cambian las reglas
Con una situación económica adversa y un paro en alza, el Gobierno decidió ayer poner coto a la entrada de trabajadores rumanos. Por eso, a partir de ahora los europeos de esa nacionalidad que deseen trabajar en nuestro país requerirán de un permiso laboral. Esta medida tendrá carácter temporal y no repercutirá en el colectivo de rumanos que ya están empleados en España. Así consta en el decreto que aprobó ayer el Consejo de Ministros, por el que se reactiva el periodo transitorio establecido en 2007 y que finaliza en 2014 para los ciudadanos rumanos que quisieran trabajar en España.
Se trata de una decisión «estrictamente técnica» basada en consideraciones internas generadas por la situación del mercado laboral en España y enmarcada en la política migratoria general, que pretende «ajustar los flujos de entrada a las necesidades del mercado de trabajo». Como botón de muestra, el 30 por ciento de desempleo que sufre la población activa rumana en España, cifrada en 800.000 personas.
En este nuevo escenario, los rumanos que quieran trabajar en nuestro país por cuenta ajena tendrán que tramitar una autorización previa, una vez exista un contrato de trabajo. Según la embajada de Rumanía en Madrid, este país entiende que esta decisión es «estrictamente técnica» y que no tiene «ninguna connotación política». Además, destacó el compromiso del Gobierno español sobre el carácter temporal de la medida. De hecho, el portavoz del Ejecutivo, José Blanco, dejó claro que la medida tendrá un carácter temporal y será evaluada de forma continua en función del comportamiento del mercado laboral español.
Sin embargo, la recuperación de los permisos fue apercibida ayer por la Comisión Europea, que avisó a España de que no puede reintroducir en principio tales permisos a los rumanos sin recibir la aprobación previa de Bruselas. El Gobierno pensaba que tenía discrecionalidad para aplicar estos límites hasta 2013, cuando expira la posibilidad de regular la llegada de rumanos y búlgaros a los Estados miembros tras su adhesión.
Sin embargo, desde 2009 sólo la Comisión puede autorizar estas restricciones nacionales en caso de «serias alteraciones» en el mercado laboral nacional. Fuentes comunitarias explicaron a este diario que el Gobierno español comunicó ayer por la tarde la medida, por lo que la Comisión decidirá en las próximas dos semanas si está justificado o no que España exija los permisos de trabajo a los nuevos trabajadores que lleguen desde Rumanía. Si dan luz verde, será la Comisión Europea la que fije el periodo de tiempo durante el que puede aplicarse la excepcionalidad.
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