Novela
Este muerto está muy vivo
Vuelven los zombis y esa no es una buena noticia. La moda, iniciada en los años 90, se está convirtiendo en una plaga. Esta vez no ha sido el cine, sino la literatura la que ha hecho de ellos el nuevo signo de los tiempos.
No hay día que no se hable de periódicos zombis, de una cultura en estado zombi, de políticos zombis, de un gobierno y hasta de un presidente zombis. Los videojuegos de este género hacen estragos, pues en el origen de este revival de los muertos vivientes está el juego «Resident Evil», convertido en una exitosa saga de cine, serie que ha renovado el género inventado por George A. Romero con «La noche de los muertos vivientes» (1969), introduciendo la aparición de un virus mortal que infecta a los humanos y resucitan como zombis.
Virus mutantes
Si la pentalogía de Romero pretendía ser la metaforización de un malestar social, una crítica contra la ineptitud del gobierno Nixon, la ingeniería biológica y la avaricia, el apocalipsis caníbal que se avecina tiene los síntomas de un nuevo malestar, político y cultural, que atañe a los cambios de mentalidad propiciados por las nuevas tecnologías y el miedo a la contaminación de virus mutantes. Estos ingredientes los encontramos en «El reino de los zombis», de Len Barnhart, artífice que ha devuelto a la actualidad el género de los no muertos enlazando con la tradición y renovándola.
Max Brooks, hijo del genial humorista, así lo reconoce: «Siento un gran respeto por Len Barnhart, que ya escribía sobre zombis antes de que se convirtieran en una moda». Como el tebeo y la serie televisiva «The Walking Dead» (2010). «El reino de los zombis» es la primera de una trilogía que se completa con «Apocalipsis End» y «Outbreak». Los zombis dominan el mundo y nadie sabe la razón de su vuelta a la vida infectados por un virus desconocido. Es tal su número, que los humanos sólo pueden sobrevivir destruyendo sus cerebros a balazos.
La prosa de Len Barnhart es concisa, más bien descriptiva, desprovista de emotividad. El Apocalipsis zombi es visto sin tremendismo ni lamentaciones, con una culpabilidad asumida. Esta es una de sus virtudes, sugerir más que mostrar el terror gore que se cierne irremediablemente sobre los resistente. Son zombis, están muertos, pero pueden devorarte sin contemplaciones y convertirte en uno de ellos. La búsqueda de un antídoto contra la amenaza zombi es un episodio más del relato, no el nudo que resuelve el enigma, sino otro síntoma más de la desesperanza en el saber humano, aquí cuestionado. ¡Qué difícil es sobrevivir en un mundo repleto de zombis!
Sobre el autor: El influjo de Barnhart es evidente en autores como Max Brooks o David Moody. Ideal para...: Superfans de los zombis, que cada vez se están volviendo más feroces y peligrosos. Un defecto: Cierta falta de tensión, de imaginación, una vez planteada la trama. Una virtud: La concisión, la descripción pausada que consigue sin recurrir al gore. Puntuación 7
✕
Accede a tu cuenta para comentar