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Desestacionalizar la oferta impulsar la marca España y mejorar la eficiencia retos del sector turístico en 2012
Si queremos que el sector turístico español sea competitivo y lidere la recuperación económica las empresas y administraciones públicas deben trabajar, principalmente, en tres ámbitos clave: desestacionalizar la oferta, impulsar la marca España y mejorar la eficiencia.
El informe "Temas candentes del turismo para 2012", elaborado por PwC a partir de las reflexiones de un nutrido grupo de expertos de la industria, desgrana los ocho desafíos a los que se enfrenta el sector turístico español en el año que acabamos de iniciar y explica cómo afrontarlos.
De los más de 50 millones de turistas extranjeros que visitaron nuestro país entre enero y octubre de 2011, el 51% lo hicieron entre los meses de junio y septiembre. Estas cifras dejan bien a las claras lo relevante que puede ser para el sector turístico español conseguir desestacionalizar su oferta, excesivamente concentrada en el periodo estival de verano. Para ello es imprescindible el desarrollo de productos innovadores vinculados, por ejemplo, a nuevos tipos de turismo como pueden ser el cultural, deportivo, gastronómico, de juego o de parques temáticos, que pueden atraer nuevos visitantes que, además, repitan experiencia.
El informe recoge la petición unánime del sector de potenciar, a nivel nacional, la imagen de marca de España como destino turístico, bajo la cual se integren las marcas autonómicas y locales. El objetivo: no dispersar esfuerzos en un mercado cada vez más globalizado y competitivo, donde nuestro país ya goza de un reconocimiento. El documento propone la puesta en marcha de campañas de publicidad conjuntas, que permitan sumar los recursos procedentes de los ámbitos autonómicos, local y estatal; así como la creación de un portal turístico, que concentre desde un punto único de acceso toda nuestra oferta turística de forma estructurada. El caso australiano (www.australia.com) es un buen ejemplo.
Mejora de la eficiencia
Pero la industria del turismo en España afronta desafíos de primer orden en cuanto a la mejora de su eficiencia. La caída de la demanda interna, la irrupción del low cost, el incremento de los costes de la energía y el exceso de regulación están lastrando las cuentas de resultados de muchas compañías del sector, que deben integrar la eficiencia de costes dentro de su código genético. Iniciativas como la centralización de las actividades de back office en centros de servicios compartidos pueden suponer ahorros de entre el 25% y el 40% de los costes de estructura. Otras, como la puesta en marcha de planes de eficiencia energética o la utilización de fuentes de energía alternativa pueden llegar a reducir hasta un 30% del consumo eléctrico de un establecimiento hotelero.
La flexibilidad laboral es otra de las cuestiones capitales para la competitividad del sector y para que las empresas puedan contratar más y mejor, adaptando las contrataciones a las necesidades reales del negocio. En este sentido, el documento recoge la necesidad de derogar, con carácter definitivo, la limitación de la contratación temporal hasta dos años, que entrará en vigor en diciembre de 2013. En materia de formación, el estudio propone el acercamiento del sector turístico a la universidad y la puesta en marcha de un modelo de formación profesional similar al alemán, en el que se combina la capacitación teórica con la formación directa en centros de trabajo.
Internet y el transporte
El documento recoge el impacto que Internet está teniendo en el sector turístico, especialmente en la forma que se planifican, organizan y contratan los viajes, donde el paquete turístico ha dejado de ser el único medio de contratación capaz de mover importantes volúmenes de viajeros. Además, el estudio señala la aparición nuevos modelos de negocio y de nuevas oportunidades vinculadas a Internet y al uso masivo de las redes sociales.
Finalmente, el informe valora la importancia del transporte en la demanda turística –en la actualidad, más del 75% del turismo extranjero en nuestro país llega por vía aérea- y resalta la necesidad de asegurar un precio del transporte lo más asequible posible. Pero para bajar este precio es preciso una estructura de costes competitiva, lo que implica actuar sobre las tasas de CO2 y sobre las tasas aeroportuarias, que suponen –estas últimas- entre el 10% y el 20% del coste total del billete.
Para Álvaro Klecker, socio responsable de Turismo de PwC, "si el sector turístico español quiere incrementar su posición de liderazgo mundial debe renovarse, desarrollar nuevas propuestas y comercializarse a través de vías innovadoras de ámbito universal que complementen la oferta existente. Esto le permitirá crecer en un contexto tan globalizado y competitivo como el actual. Todo ello, exigirá la colaboración y participación coordinada de las empresas y de las administraciones públicas".
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