Valencia

El compromiso de Caspe por Eduard Escartín

La Razón
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En este año que llega a su meridiano hay unos centenarios muy importantes para comprender el proceso histórico de la unidad española.

La batalla de Navas de Tolosa en julio de 1212, ejemplo de unidad peninsular (Navarra, Aragón-Cataluña, Castilla) contra la ofensiva musulmana. La Constitución de Cádiz como fruto de la unidad de los españoles en su lucha contra la invasión francesa. O la incorporación de Navarra en julio de 1512. Además, el 24 de junio de 1412, hace 700 años, tuvo lugar en la villa aragonesa de Caspe uno de los actos de mayor sabiduría política que unos estados del siglo XV (Aragón, Cataluña y Valencia) realizaron.

Ante la extinción de la casa barcelonesa/dinastía real aragonesa y tras difíciles negociaciones y luchas de bandos se solucionó el pleito sucesorio. Para ello, se tuvieron que nombrar a nueve compromisarios, tres por cada reino, para que decidieran en justicia a quién le correspondía la corona, manteniendo el principio confederal de que en la mayoría resultante había de haber, al menos, un voto de cada uno de los estados. Salió elegido por amplia mayoría y con voto catalán el regente de Castilla y nieto de Pedro el Ceremonioso, Fernando de Trastámara, con lo que en Aragón se instauraba la misma dinastía que en Castilla. No es de extrañar que apenas 57 años más tarde tuviera lugar el matrimonio de los Reyes Católicos, Fernando II de Aragón e Isabel I de Castilla en el palacio de los Vivero de Valladolid.

Por supuesto, no hace falta destacar que los primeros catalanistas se mesaban los cabellos, hoy solamente lo hacen por 1714.