Ciclismo

Bilbao

Barricadas en Durango por Julián REDONDO

La Razón
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Cuando la Vuelta del 78 salió de Gijón, ni Bernard Hinault imaginaba que 19 etapas después ganaría su primera gran carrera ni los gestores de «El Correo Español-El Pueblo Vasco» estaban organizando la última. El 14 de mayo terminaba en San Sebastián, con dos sectores. El primero partió de Amurrio y cuando el pelotón de 52 supervivientes avistaba Durango, se encontró con una barricada de eucaliptos en la carretera. Los ciclistas subieron a los coches y retomaron la salida en Zarauz. En la meta de la capital donostiarra se impuso Perurena al esprint. Por la tarde, contrarreloj individual. El mejor tiempo lo marcó Hinault –antes logró cinco triunfos parciales–, pero no valió porque en el trayecto algunos desaprensivos agarraron a varios ciclistas del sillín y a otros les cortaron el paso. El jurado decidió invalidar el sector. El organizador, que ya había visto en Bilbao algún brote violento, optó por finiquitar su compromiso con el ciclismo nacional y en 1979, un año después, por el empeño de Luis Puig y el atrevimiento de Unipublic, la Vuelta se celebró de milagro y la ganó Zoetemelk. En septiembre de 2011, 33 años después, regresa al País Vasco.