Cataluña

Un socavón para la discordia

La suspensión de la colocación de la escultura castellera en la plaza de Sant Martí deja un boquete molesto para los vecinos. El PP pide reparar la zona 

La Razón
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Barcelona-Los vecinos no la querían. El nuevo alcalde tampoco. Y, al final, en su espacio ha quedado un socavón. Es, por el momento, la historia del monumento a los castellers que Jordi Hereu quería instalar en la plaza de Sant Miquel de Barcelona, que paralizó hace mes y medio después de que Xavier Trias le pidiera frenar su instalación.
El motivo no es otro que la escultura castellera, obra de Antoni Llena, tiene unas dimensiones que los vecinos consideran «desproporcionadas» para la plaza. La pieza está formada por unos finos tubos de acero entrelazado que crean una torre cilíndrica de 30 metros. El anterior equipo de gobierno aprobó la escultura, que tiene un coste de 600.000 euros, antes de que los castellers fueran declarados Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.
A la espera de que el Consistorio decida su nueva ubicación –la escultura está hecha–, el socavón es evidente y molesto. Por eso, el PP pidió ayer al equipo de Trias que devuelva el lustre a una plaza en la que los vecinos han visto de todo, ya que las obras para emplazar la escultura empezaron en abril, pero tuvieron que retirar todos los elementos porque no tenían todos los permisos en regla, y se volvieron a retomar en mayo, en la campaña municipal.
El presidente del grupo municipal, Alberto Fernández, denunció que «la plaza sufre un fuerte abandono» y «las vallas y casetas de material, además de molestar el paso a peatones y automóviles, perjudican a los restaurantes con terraza de la zona». Fernández añadió que «el Ayuntamiento debe renunciar a este proyecto, con un coste de 600.000 euros, desproporcionado con crisis o sin ella, y que además supone un agravio a las subvenciones dadas a las entidades castelleras».