Las peñas culés de fuera de Cataluña creen que «no se debería usar al Barça»

MADRID- En Valladolid, en Burgos, en Boñar de León, en Málaga, en Abarán (Murcia), cientos de personas se juntan esta tarde para ver el clásico. Es día grande. Se reúnen para comer y estar entre amigos, que ver el fútbol en compañía apacigua la nostalgia de no estar en el campo. Es un ritual similar que practican los peñistas de ambos equipos, pero esta semana, para los del Barcelona, ha sido algo más larga: les han llamado los medios de comunicación y no para hablar de fútbol, sino de política y banderas, cuando ellos querían explicar la fortaleza del Barça de Tito Vilanova. «Pero a mí me preocupa más la baja de Puyol y Piqué que la política», dice Luis Alonso, presidente de la peña de Boñar de León.

Ellos intentan mantenerse al margen, como si eso fuera posible. Desde la manifestación de la Diada del 11-S, las relaciones entre Cataluña y el resto de España están presentes en casi todos los asuntos. Y el Barça-Madrid es un asunto mayor. El gran asunto. «Está claro que se aprovecha este partido por la repercusión que tiene –admite Eduardo, de la peña burgalesa–. Pero cuando el árbitro pite el comienzo del encuentro, nuestros futbolistas llevarán la bandera del Barça, igual que los del Madrid llevan la de su equipo. Este partido es un gran escaparate para este tipo de actos y como las cosas están así, pues este año más todavía».

El Barcelona tiene registradas 1.444 peñas por todo el mundo. Las más cercanas, las de Cataluña, Comunidad Valenciana y Baleares, suman 677, pero entre el resto de España y el extranjero suman 767. El Barça es un club universal, que pugna con el Madrid por la conquista del mundo. Son multinacionales a las que sus territorios se han quedado pequeños. Con la llegada de Joan Laporta, la política del Barcelona sufrió un cambio. El club miró más hacia adentro, hacia la propia Cataluña, con la intención de identificarse con políticas más nacionalistas. «Laporta se posicionó más –continúa Eduardo– y Sandro Rosell, últimamente, ha dado un giro y se ha aproximado a esas posturas». Rosell aseguró que iba a alejar a la entidad de la política, pero no ha podido aguantar la tentación. «Hace muy poquito, en Valladolid, Rosell afirmó que lo primero que haría sería sacar la política del club», dice Carlos Rodríguez, de la peña en la capital pucelana. «Yo entiendo que tiene un discurso distinto en Cataluña y fuera».

Y a algunos, como Isidoro García, de la peña de Medina de las Torres, en Extremadura, no les parece bien: «Es injusto que se utilice al Barcelona para un tema político. Es algo que no se debería hacer. Nosotros nos sentimos identificados con el Barcelona, pero estamos muy en contra de que se use para algo que no es deporte. No se debería hacer, lo dicen los estatutos».

Dar más vueltas a asuntos políticos podría provocar disensiones entre ellos: «De política, en mi peña, no se habla. Sólo vemos el fútbol. Nada de política ni de religión», dice con firmeza Ernesto Soler, de la peña barcelonista Abarán. «No nos gusta que se mezclen las dos cosas», añade Luis Alonso, desde Boñar de León.
«Demasiadas cosas están pasando para preocuparnos por una bandera u otra», afirma Francisco Javier Carrasco, de la peña del Málaga; «la política y estas cuestiones no me gustan nada». Las peñas están formadas por gente muy diversa, muchas veces entre sus miembros hay emigrantes catalanes. Son un grupo de personas a las que les une el fútbol, pero podrían separarlas otras cosas. Las peñas se registran en el Barcelona y los que forman parte pagan una pequeña cantidad mensual para los gastos de mantenimiento. Al Barça no le dan nada, pero sí que reciben una rebaja en las entradas y un pequeño trato de favor. En ocasiones, el presidente y los directivos viajan para encontrarse con ellos y agradecerles su labor por la expansión sentimental del club: «Nos sentimos muy bien tratados por el Barcelona. En Lisboa, en el partido de la Liga de Campeones contra el Benfica, fuimos 500 extremeños. Agradecemos que nos dieran 500 entradas. Éramos más extremeños que catalanes. Y se nos dirigieron en catalán», cuenta Isidoro García. «Nosotros cantamos el himno y lo cantamos en catalán. Para sentir los colores de este club tenemos que sentir que es un equipo catalán y que allí hablan los dos idiomas», asegura Carlos Rodríguez, de la peña de Valladolid.

Las esteladas de «Fanàtics»
El grupo de animación «Fanàtics Barça» publicó en Youtube un vídeo, de gran calidad, una producción profesional, en la que anima a todos los socios y aficionados del Barcelona a acudir al Camp Nou portando la estelada, la bandera independentista de Cataluña, para que los millones de espectadores que sigan el clásico puedan ver la idiosincrasia de lo que representa para ellos el Barça.