Roma
OPINIÓN: La Iglesia existe para evangelizar
Hoy celebra la Iglesia católica en el mundo entero el Domingo Mundial de las Misiones, conocido entre nosotros, de forma abreviada, como la jornada del Domund. Tiene por lema: «También yo os envío», palabras del Evangelio de San Juan (Jn 20,21).
Este lema nos recuerda las palabras de Jesús resucitado a sus discípulos: «Paz a vosotros. Como el Padre me envió a mi, también yo os envío a vosotros». Como nos recuerda el Papa en el mensaje que ha publicado para esta jornada, «los destinatarios del anuncio del Evangelio son todos los pueblos». Y se hace eco de lo enseñado por el Concilio Vaticano II al decir que «la Iglesia es por naturaleza misionera, ya que tiene su origen en la misión del Hijo y la misión del Espíritu Santo según el plan de Dios Padre». Como afirmó Pablo VI «la Iglesia existe para evangelizar».
Esta jornada nos invita a sentir la responsabilidad de ser todos misioneros de Cristo en nuestros ambientes, y según nuestra vocación y nuestras posibilidades. No podemos permanecer inactivos cuando, después de dos mil años, quedan todavía pueblos que no conocen a Cristo y no han escuchado su mensaje de salvación.
Me complace en esta jornada remarcar que la Iglesia actual es muy consciente de su misión evangelizadora y, en especial el Santo Padre Benedicto XVI, está poniendo la vocación misionera de los cristianos como uno de los objetivos de su pontificado. Por esta razón ha decidido que el próximo Sínodo de los obispos, a celebrar en Roma del 7 al 28 de octubre del año 2012, tenga este tema de reflexión y para hacer propuestas de acción: «La nueva evangelización para la transmisión de la fe cristiana».
Nuestra Iglesia de Barcelona desea también sintonizar con esta preocupación de la Iglesia universal. Por ello, continuando con la misma finalidad de fondo del anterior Plan Pastoral, con el nuevo Plan que fue presentado el pasado 25 de setiembre también pretendemos –como primer objetivo– que nuestra diócesis sea más misionera y evangelizadora.
La visita apostólica del Papa Benedicto XVI a Barcelona, y su presencia rodeado de una multitud de jóvenes con motivo de la Jornada Mundial de la Juventud en Madrid, nos animan al trabajo evangelizador. En Barcelona, el Papa nos exhortó «a todos los cristianos a revivir el encuentro personal y comunitario con Cristo, Palabra de Vida que se ha hecho visible, y a ser sus mensajeros para que el don de la vida eterna se extienda por todo el mundo. Participar en la vida de Dios es la alegría completa y comunicar esta alegría es un don y un trabajo imprescindible para la Iglesia».
Con este espíritu, en ocasión del Domund, hemos de tener muy presentes en nuestra oración a los misioneros y misioneras, de manera especial a los de nuestra diócesis. Este colectivo honra a toda la Iglesia y merece nuestra solidaridad ya que anuncia, a menudo en medio de persecuciones, la persona de Jesús y su Evangelio en todo el mundo y está al servicio de las comunidades más pobres y necesitadas. Al anunciar el Evangelio, también se preocupan por la vida humana en sentido pleno, haciendo realidad aquello que decía el siervo de Dios Pablo VI: que en la evangelización no se puede prescindir de los aspectos que se refieren a la promoción humana, a la justicia, a la liberación de toda forma de opresión, evidentemente dentro del respeto a la autonomía del ámbito político.
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