Kabul

Los talibanes golpean el cuartel de la OTAN en Kabul

Una cadena de explosiones sacudió ayer el centro de Kabul, sembrando el pánico entre el personal extranjero de las embajadas. Sobre las 13:00 horas local, un comando «fedayin», formado por unos 10 y 15 hombres armados –de los que al menos cuatro eran suicidas con fusiles, lanzagranadas y chalecos explosivos– penetró en la blindada «zona verde», donde se encuentran oficinas gubernamentales y embajadas

Un policía afgano cerca de uno de los edificios tomados por los talibanes
Un policía afgano cerca de uno de los edificios tomados por los talibaneslarazon

Se atrincheraron en la azotea de un edificio en construcción en la plaza de Abdul Haq, cerca de la embajada de Estados Unidos y del cuartel general de la OTAN. Los insurgentes lanzaron cohetes y dispararon desde la terraza del edificio y fue necesaria la intervención de dos helicópteros «Black Hawk» armados y francotiradores estadounidenses.

Mientras los combates proseguían sin descanso al lado de la embajada de Estados Unidos, los talibanes atacaban otras zonas de Kabul alargando la sombra del terror y del caos por doquier. Un suicida se inmoló en la rotonda Dehmazang junto a la sede de la policía de fronteras. Otro accionó su chaleco explosivo delante de una escuela secundaria y otro más cerca del aeropuerto, afirmó a Reuters Jamshid Totakhil, portavoz de la Policía de Kabul.

El asalto, que se prolongo durante cincos horas terminó con 7 muertos, tres de ellos policías, y 19 heridos, ninguno de ellos extranjeros. La Embajada española pasó momentos de apuro cuando un cohete impactó cerca de la agregaduría de Defensa, obligando al personal a permanecer dentro del edificio. Ningún miembro de la legación española en Kabul resultó herido, según fuentes de la Embajada. La cadena de atentados fue reivindicada por el movimiento talibán, según su portavoz Zabiulá Mujahid. Parece como si los talibanes hubieran esperado a que «se bajara la guardia» en la capital afgana, tras la conmemoración del 11-S, para perpetrar un contundente ataque.

Infiltrados en la policía
Una fuente de inteligencia occidental explicó a LA RAZÓN que si bien ha habido muchos atentados en Kabul, éste supone «una de las raras ocasiones en las que los insurgentes han demostrado su capacidad de llegar muy cerca del corazón de las tropas extranjeras y los servicios de inteligencia occidentales en la capital afgana». Según la fuente, la capacidad de conseguir un grupo numeroso de hombres armados con explosivos y armas pesadas en esta zona de alta seguridad de Kabul «no hubiera sido posible sin la ayuda de talibanes infiltrados en las fuerzas de seguridad».

«Los atacantes saben de antemano que tienen pocas probabilidades de éxito en hacer mucho daño en instalaciones como la embajada de EE UU, porque, probablemente, serán reprimidos por fuerzas de la coalición», subrayó la fuente. Por lo tanto, el asalto estaba destinado a ser más «una operación psicológica que física», insistió, antes de agregar que esta acción, probablemente, es la labor de la red Haqqani, diseñada para socavar los esfuerzos de EE UU para negociar con los principales dirigentes del movimiento talibán afgano.


Matan a cinco niños en Pakistán
«Íbamos a casa, como todos los días, cuando, de repente, oí una explosión y disparos». Es el relato de Sabir, un niño de 8 años que viajaba en un autobús del colegio de la ciudad pakistaní de Peshawar, que ayer fue víctima de un atentado terrorista talibán en el que murieron cinco escolares y el conductor del vehículo: «En un primer momento, dispararon un cohete, pero no impactó, y después los hombres armados abrieron fuego», explicó un jefe de la Policía.