Sevilla
Agustín Pavón: «Detrás de los sobresaltos siempre está la figura de Antonio Rivas»
«Pactamos contra quien sólo le importaba medrar», asegura en su única entrevista
Sevilla-–¿Cómo han sido estos siete años de proceso?
–De mucho sufrimiento, con una carga muy dura a las espaldas. Siete años de espera acaban rompiéndote todas las perspectivas. No sólo está el daño personal, está la familia. He tenido que estar en el exilio y el ostracismo, a la espera de una resolución que nunca acababa de llegar. He sentido impotencia por no poder implicarme donde podía hacer una buena labor. He estado aguantando con mucha serenidad. Se han perdido años muy determinantes. Y ya no hay vuelta atrás.
–¿Qué queda del Pavón que dejó con la boca abierta a Anguita?
–Se sobredimensionó una anécdota de un discurso que di con 21 años. Queda un animal político cansado de todo lo sucedido, de tantas decepciones y traiciones. No puedo decir que no queda nada de afición política, pero ha sido tanto daño que lo que queda es una persona que busca repararlo.
–Si compara el trato recibido con el de los imputados en otras tramas, ¿a qué conclusión llega?
–Fui testigo de las detenciones, fue un secuestro llevado a cabo por la Policía. Fue la estrategia del Gobierno de Zapatero en sus primeros meses: la instrumentalización política de la Policía y la criminalización del adversario para posterior exhibición como espectáculo circense, con la connivencia de medios afines. Con casos de enorme gravedad como los ERE, muchos intrusos han estado robando y no pasó nada así.
–Tras el«fondo de reptiles» había partidas para favorecer mociones de censura. ¿Pasó en Camas?
–Hay una factura de Garrigues pagada por Rivas con dinero del «fondo de reptiles». Paga el abogado a un policía cercano al PSOE para querellarse contra Lobo y cuando ésta se alía con el PSOE, Rivas convence a este señor para retirar la denuncia. Quien paga tiene todo el grado de influencia.
–IU gobierna ahora con el PSOE en la Junta, ¿qué le parece?
–Tuve mis diferencias, pero el mandato de los electores era que IU tenía que entrar en el Gobierno. El objetivo de los primeros meses era cambiar el rumbo. Valderas, con esfuerzo, lo va a conseguir. Eso no quita para que en momentos puntuales uno sea muy crítico. Hay que seguir luchando para que los restos de régimen desaparezcan.
–¿Cortó el «caso Camas» su ascensión natural? ¿Podría haber sido el Valderas de mañana?
–Son quinielas de hechos que no sucedieron. Era Responsable de Organización en Andalucía. Era el número 2, muy joven y consolidado en la provincia. IU estaba en su momento más fuerte en Camas. No sé dónde hubiera llegado, pero hubo rumores.
–¿Se ha sentido arropado por IU?
–No me sentí arropado con el estallido inicial. Hay mucha paja mental en la causa, que se queda en indicios muy flojos. Nos dejamos llevar por la presión mediática, que nos situaba como los máximos ladrones de Andalucía. Con los años, los elementos nuevos muestran la calaña de Gordo, Rivas y Lobo. Se tienden puentes. Las relaciones se retoman al renunciar a la Alcaldía.
–Según los imputados en la causa, perseguían desbloquear una situación política en el municipio. ¿El fin justifica los medios?
–Jamás. La transparencia, la honestidad, deben regir cualquier acción. No entramos en contacto con nadie para desbloquear. Ésa es la tesis del fiscal. Gaviño llama a Fraile. Le cuenta que Gordo se pone en contacto con él –con quien tiene proyectos en El Ronquillo– y le cuenta el caso de su compañera Lobo, diciendo que para el proyecto deportivo que plantea le puede ayudar. Le propone que él hará que Lobo se siente con los políticos y se desbloquee la situación. Gordo sabía mi posición respecto a Lobo y le dice a Gaviño que traslade que una sentencia absuelve a la edil (del delito por el que Pavón la expulsó de IU). Vamos a la reunión. Con una sentencia exculpatoria, habría admitido a Lobo de nuevo. Gordo intenta hablar de dinero y se encuentra con una respuesta tajante. Trató de fabricar pruebas para hacer creer que íbamos a comprar a Lobo. La iniciativa fue de Gordo en connivencia, sin duda, con la mano política del caso, que es Rivas.
–¿En qué contexto se explica aquel tripartito IU-PP-PA?
–Aquella cúpula del PSOE de Camas contra la que pactamos está implicada en los ERE y queda por resolver quién pagó su santa sede. El tiempo nos da la razón. Tuvimos que pactar contra quien no le importaba el interés de Camas sino medrar y el enriquecimiento. Frente a Rivas, que entendía el poder como elemento de manipulación con intereses alrededor.
–¿Considera el «caso Camas» un «golpe de Ayuntamiento»?
–El «caso Camas» surge de la connivencia entre Gordo, Rivas y otros personajes, tratando de fabricar pruebas falsas para hacer creer presuntos delitos y que tuviera que dimitir. Un golpe y otro, la moción de censura promovida por Rivas, tratando de corromper a Larrinaga.
–Sitúan a Rivas como el «cerebro» de una «trama-trampa». ¿Le subestimaron? ¿Tan poderoso era?
––En ningún momento le subestimé. Y sí, pensaba que podía hacer algo así. Rivas no tiene escrúpulos para conseguir lo que se proponga y colocar a su partido y a su entorno por encima del interés general. Es capaz de cualquier cosa y lo ha demostrado. Está probado que está detrás de la moción de 2005; probada su implicación en el «caso Camas», con las declaraciones de Gaviño, la confesión de Larrinaga y la foto en el restaurante; y está detrás de la crisis de Juan Pazos, negociando a dos bandas. Ha habido muchos sosebresaltos en Camas y siempre está la presencia de Rivas.
–¿Tiene aún Rivas poder o, tras su doble imputación, ya no?
–Sigue teniendo presencia en Camas, no como la que él quisiera pero tampoco mínima, como nos quiere vender el PSOE. Tiene contacto directo con muchas personas. Esta Feria, en la caseta del PSOE participó activamente. Hay un pacto tácito para que que no se pierda la vinculación.
–¿Los Hallones es el germen del «caso Camas»?
–Es la tesis de Fraile. Yo no lo veo como la razón principal, pero era uno de los principales elementos que empujaron a urdir la trama para derrocar al Gobierno. No se había digerido el pacto de 2003 y había muchos intereses urbanísticos en juego. El caso estalla semanas después de que vinieran directivos de la Caja San Fernando explicando el proyecto. Me negué a recalificar la zona con un proyecto que venía de mano de Rivas. El convenio de la alcaldesa Encarnación Díaz se manda desde el fax de Empleo.
–¿Utilizó Rivas a Gaviño como cebo?
–Gaviño es un tratante, un empresario, que quiere sacar un proyecto deportivo y se encuentra con Gordo, con una maldad tremenda, con quien tiene relaciones comerciales, y le dice que su compañera es concejal y le puede echar una mano. Fue engañado.
–¿Qué pensó al oír la cinta?
–Primero la escuché por internet. Fue una sorpresa desagradable. Eran fragmentos, hay extractos que no se recogían. Nos sucedió también con el Instructor, la audición era tan negativa que era imposible distinguir las voces. Los informes han acreditado cortes y que no supera los controles de calidad. Si se hubiera pasado la grabación completa, no existiría «caso Camas». Falta la bronca final, el desprecio a Gordo y yo preguntando «¿qué intenta hace creer, que queremos comprar el voto de Lobo?
–El fiscal pide 18 meses y 24.000 euros, ¿qué espera del juicio?
–Espero a un fiscal que insiste en su tesis de manera sorprendente y un PSOE que tratará de ensañarse, buscando atención mediática. Es una situación tensa, somos personas de bien. Salvo que seas un ladrón convencido no es agradable.
–¿Prefiere el jurado popular a uno profesional?
–Si se garantiza imparcialidad, no hay nada que temer. El «caso Camas», con una influencia, mediática tan fuerte, se ha convertido en opinión pública. Se puede contaminar. Mi abogado dice que mi futuro está en manos de personas honestas.
–Rivas no está imputado en el «caso Camas», sí en Mercasevilla, ¿confía en su condena como una suerte de justicia poética?
–Me creo las acusaciones de Mellet firmemente, porque conozco al personaje. Pero tengo que reconocer que contra Rivas no hay elementos jurídicos suficientes, ni siquiera para la pena de banquillo. Me es indiferente el resultado. El tiempo pondrá a cada uno en su sitio.
–Se fue de Camas tras 14 años, ¿se replantearía un regreso en función del juicio?
–Han pasado por la sede de IU tantas personas que me han decepcionado, que se quisieron aprovechar de Pavón como alcalde... En la actualidad, hay personas que valen la pena, como la coordinadora, Montserrat Fernández. Si vuelven a llenar la sede de IU de personas que quieran cambiar la sociedad, será el principal motivo para reflexionar si volver.
La vista comienza con la audición de la grabación
Un jurado popular compuesto solo por mujeres y presidido por el magistrado Javier González juzgará a partir de hoy el presunto soborno a la ex edil de Camas Carmen Lobo, por el que están acusados el ex alcalde Agustín Pavón (IU) y los ex ediles Fraile (PP) y Del Castillo (PA), y el empresario Eusebio Gaviño, y que comenzará con la audición de las dos cintas grabadas a los acusados. Fuentes del caso informaron a Efe de que también se producirán las alegaciones previas.
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