Comunidad de Madrid
El PSOE asume un nuevo pugilato Rubalcaba vs Chacón
MADRID- ¿Catarsis? o ¿cambio controlado? Ésa es la cuestión. Muchos son los que creen que tras la debacle electoral el PSOE necesita más de lo primero que de lo segundo, de un debate intelectual y no personalista. Pero muchos más saben que la fecha del Congreso Federal –prevista para la segunda semana de febrero– ya es una importante limitación para la purga. Imposible afrontar en menos de ocho semanas la renovación que pide una derrota histórica como la que las urnas le propinaron al socialismo el pasado domingo.
Así, el PSOE asume entre la resignación y la estupefacción un nuevo pugilato por el liderazgo, otro combate Rubalcava vs. Chacón, quizá el que dejaron pendiente el pasado mayo o quizá el que dejaron pendiente hace mucho más tiempo. La cúpula socialista da por hecho que los dos competirán por la secretaría general y que en las horas que restan hasta el Comité Federal ambos acumulan apoyos antes de hacer pública su decisión final. Si Rubalcaba aún dice reflexionar al respecto, en su entorno parecen convencidos de que dará finalmente el paso ante la suma de respaldos públicos y privados para que lo haga. En principio, no se espera que despeje la incógnita hasta después de escuchar a sus compañeros el sábado, ante los que hará un intervención sobre los resultados electorales. Y si ésta aún tiene dudas no es sólo porque no haya recibido repaldos explícitos –que no los ha tenido–, sino porque se le atribuye la búsqueda de otro candidato que pueda hacerle frente al que fuera vicepresidente del Gobierno sin que quede en evidencia su falta de apoyos internos.
Dicen que si Eduardo Madina decidiera dar un paso al frente, ella lo daría hacia atrás, pero el vasco no está por la labor de jugar ese papel ni de aspirar a la secretaría general. Lo que pretende Chacón es dar respuesta a una marea socialista que clama por un cambio de rumbo y no un parche, por más participación y democracia interna. Y esto debe ser lo único que en los últimos tiempos le una a Rubalcaba, puesto que si de algo está convencido el equipo del candidato al 20-N es que lo más deseable para el congreso federal es que haya más de un aspirante, mejor tres que dos y mejor cuatro que tres. Buscan un émulo del XXXV Congreso Federal, del que salió elegido Zapatero. Pero hay una notable diferencia, además del tiempo que separará aquel cónclave de éste, y es que entonces el PSOE tenía poder institucional en los ayuntamientos y en las comunidades. Hoy, sólo tiene la nada, por lo que los secretarios generales nada tienen que ofrecer a los delegados de sus federaciones a cambio de un voto. Aun así el secretario de Política Institucional de la actual Ejecutiva, Gaspar Zarrías, verbalizó ayer el sentir de la mayoría del «aparato» al decir que quiere mantener una exquisita neutralidad en el proceso que se abre para la designación del nuevo líder del partido y que confía, por «saludable», en que haya más de un candidato, aunque en su seno se multiplican las voces a favor de Rubalcaba. Lo que en todo caso se augura es, además de las muestras de apoyo a Rubalcaba, una sucesión de reproches a la dirección actual. Muchas críticas y pocos elogios. Nada nuevo cuando se pierden unas elecciones. El ex presidente de la Comunidad de Madrid, Joaquín Leguina, lo verbalizaba ayer en la Cope» del siguiente modo: «Hasta los mudos hablarán el sábado», en alusión a quienes no han levantado la voz en un Comité Federal en los últimos doce años.
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