Granada

Hacia el Caribe en busca de Gabo

La Ruta Quetzal BBVA emprende rumbo al norte de Colombia, hogar de paradisíacas playas y cuna del Nobel de Literatura Gabriel García Márquez

Hacia el Caribe en busca de Gabo
Hacia el Caribe en busca de Gabolarazon

La despedida de la Ruta Quetzal BBVA 2012 de la región colombiana del Tolima no pudo desarrollarse de mejor forma. Al igual que días antes en Ambalema y Beltrán, la visita a los pueblos coloniales de Guaduas y Honda acabó en un alarde de simpatía y hospitalidad por parte de sus habitantes, no muy acostumbrados a que 224 chavales de 51 países distintos deambulen por sus calles. Fundado en 1572 por Andrés Díaz Venero de Leiva, Guaduas, que toma su nombre de la variedad de bambú que inunda estas tierras, tuvo que ser refundada en 1610 tras ser abandonada por los españoles debido a la belicosidad de los indígenas que aquí habitaban. Con un cuidado casco histórico -algo poco usual en Colombia, al menos en los pueblos más pequeños-, esta ciudad de empinadas y empedradas callejuelas que giran en torno a una gran plaza principal, posee un encanto fuera de lo común. No obstante, el intenso calor hizó de la visita, del mismo modo que sucedió después en Honda, una tortura para los expedicionarios.

A pocos kilómetros, a la orilla del río Magdalena, la localidad de Honda ha sido desde su fundación en 1539 un puerto fluvial de considerable importancia. Éste era el punto máximo al que podían llegar las naves españolas que remontaban el Magdalena hacia el interior del Nuevo Reyno de Granada, y esta circunstancia es la que proporcionó a Honda la relevancia que mantuvo hasta el siglo XX. En un país tan abrupto, fértil y de difícil acceso como Colombia, las vías fluviales fueron las "autopistas"que permitieron sacar las innumerables riquezas que alojaba, primero rumbo al Mar Caribe, y desde allí a España a través del Atlántico. De hecho, y como si del río Mississippi se tratase, los barcos a vapor surcaron durante décadas el Magdalena hasta Honda.

Con la caída de la noche, los ruteros -además de los periodistas que acompañan a la Ruta Quetzal BBVA-, emprendieron una de las etapas más duras del viaje: 14 horas de autobús para recorrer los poco más de 700 kilómetros que separan Honda de Aracataca, la cuna de Gabriel García Márquez. Las peculiares carreteras colombianas unidas a una climatología adversa propiciaron que lo que en España es un viaje más, en Suramérica sea toda una odisea. El colombiano más universal de todos los tiempos, ganador del Nobel de Literatura en 1982, nació en Aracataca en 1928. Allí, en la casa museo del autor de "Cien Años de Soledad"-la original se quemó tras un incendio-, los expedicionarios asistieron a una conferencia sobre el escritor. Después recorrieron las calles del pueblo hasta la estación del ferrocarril, donde asistieron a un espectáculo digno de ver: el paso del tren más largo de Suramérica. Un ferrocarril minero de 96 vagones que tardó más de tres minutos en cruzar la estación sin detenerse.

De allí, la Ruta se disgregó en dos partes: por un lado, los ruteros, que emprendieron camino hacia el Parque Nacional de Tayrona, una joya verde a orillas del Caribe. Por otro, los periodistas -entre ellos el que firma esta crónica-, que viajaron hasta la ciudad costera de Santa Marta -la urbe más antigua que se conserva en Suramérica, fundada en 1525-, donde darán el relevo de la cobertura informativa de la Ruta Quetzal BBVA a otros compañeros de la Prensa española para la segunda parte del recorrido por tierras colombianas.