Sevilla

Zoido se «echa a temblar» ante otro pacto PSOE-IU

Juan Ignacio Zoido llevó ayer hasta Madrid sus temores sobre el supuesto pacto entre PSOE e IU para repartirse el gobierno dos años cada uno. «Yo me echo a temblar como se echan a temblar muchos sevillanos, incluso militantes del PSOE y de IU», afirmó el candidato del PP a la Alcaldía durante el coloquio en el desayuno informativo del prestigioso Fórum Europa.

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Y es que Zoido no tiene la sensación de enfrentarse a Juan Espadas o a Antonio Rodrigo Torrijos por separado, sino formando un equipo. Dos contra uno. «Mi rival son los dos, porque son la misma cosa, dos caras de la misma moneda», sentenció. Aclaró, sobre ese presunto pacto secreto, que «se habla mucho por la ciudad de que como la economía ahora está parada y han destruido todas las posibles relaciones, ahora IU quiere Urbanismo dos años y otros dos el gobierno».

Aseguró no temer un «voto oculto» que le impida gobernar pese a lo que dicen los sondeos, porque «se respira un ambiente y un espíritu de cambio», aunque si no alcanza la Alcaldía lo encajará «con espíritu deportivo». Además, auguró que «no voy a defraudar a los militantes y simpatizantes del PP ni a quienes teniendo otra opción política han decidido darnos su confianza porque creen que es más importante el cambio que unos proyectos y modelos agotados».

Antes, durante su intervención, el alcaldable popular desgranó las bases de su proyecto y aseguró que estaba en la capital de España «como embajador de Sevilla, porque eso es lo que aspiro a ser cuando sea alcalde». Además, apuntó que uno de sus objetivos inmediatos es «volver a convertirnos en la tercera gran ciudad de España», porque «Sevilla no tiene techo, no tiene límites».

Zoido insistió en su apuesta por «el cambio tranquilo», aunque sí reiteró que si es alcalde en el primer Pleno derogará el «blindaje» del centro porque « es una absurda e improvisada medida que no tiene sentido». Igualmente se comprometió a «revisar algunos aspectos de las licencias concedidas a la Torre Pelli que no tienen garantías». Sobre el rascacielos que Cajasol está construyendo en la Cartuja, afirmó que carece de «viabilidad económica» y «aunque está en uno de los puntos más conflictivos de tráfico de la ciudad no se ha previsto cómo se entra hasta allí».

El candidato del PP reconoció algunas virtudes de los mandatos de Alfredo Sánchez Monteseirín, como «las actuaciones contra el chabolismo en el último tiempo, el carril bici o algunas peatonalizaciones», si bien calificó su gestión en términos generales como «nefasta» por generar un endeudamiento brutal gracias a «proyectos megalómanos pero nada productivos». «En Sevilla se han hecho pocas cosas bien para estar doce años gobernando el mismo partido», sentenció.

Hizo un repaso por la delicadísima situación económica de la ciudad, con «una tasa de paro del 27%, más de siete puntos que en España», «581 empresas cerradas durante el pasado año» o «un Ayuntamiento que cierra sus cuentas de 2009 con un resultado negativo de 32 millones de euros», aunque dijo que tiene la receta para combatir la crisis y está basada en cuatro ingredientes: «Entusiasmo, creatividad, eficacia y capacidad».

Con ese plan, está convencido de que es realizable su objetivo de «volver a recobrar la confianza de los inversores para hacer de Sevilla una empresa solvente, creíble y capaz de retener y atraer talento, de generar empleo y de mantener todos sus puestos de trabajo». Además, aventuró que su gobierno será «eficaz, transparente y austero, ofrecerá servicios de calidad que hagan funcionar a Sevilla y sepan proyectar al exterior una imagen sólida y excelente».

Compañeros y personalidades, junto a zoido
Alberto Ruiz-Gallardón presentó a Zoido ante un auditorio abarrotado. Arriba, Juan Bueno, Jaime de Marichalar, José Manuel Romay Beccaría y José María Álvarez del Manzano. Abajo, Ana Mato, Javier Arenas, Beatriz Alcázar –la esposa de Zoido– y Ana Pastor.