«Todavía siento excitación por escribir»

BARCELONA– El escritor estadounidense Paul Auster ha querido que los lectores de nuestro país sean los primeros en conocer su último trabajo. «Diario de invierno», editado en castellano por Anagrama y en catalán por Edicions 62, nos trae al Auster más autobiográfico, en un libro que rememora sus años de madurez en contrapunto a los episodios juveniles que narraba en «A salto de mata». El autor presentó ayer en una muy concurrida rueda de Prensa este volumen.

No es una novela
Auster aseguró que todo el contenido de «Diario de invierno» es «real, es una autobiografía, un libro de memorias y de lo contrario caería en una novela. Cuento lo que me ha pasado. No me interesaban las fantasías». Por esa razón, para este trabajo ha tenido que enfrentarse a sus recuerdos mirándose al espejo. En este sentido, explicó que «he intentado hacer balance y comprender la persistencia de ciertos recuerdos en mi vida en vez de otros. De hecho, cuando me miro al espejo es como un viaje a mi interior y en este libro está el conflicto interno sobre luchas y felicidad. Creo que hay un empate entre las cosas buenas y las malas».
El autor de títulos ya clásicos como «La trilogía de Nueva York» o «El libro de las ilusiones» ha empleado la segunda persona del singular para construir su nueva obra. Es un recurso que admitió tener claro desde el primer momento porque «me ha permitido dialogar conmigo mismo desde la distancia, separándome de la vanidad y del sentido triunfalista». Auster reconoció que «no tengo ningún interés en mí mismo. No creo que mi vida pueda ser mucho más interesante que la de otras personas. Pero aquí me he querido estudiar como un ejemplo de la vida humana, como si fuera una rata de un laboratorio. Creo que mi experiencia puede ser similar a la de los demás y, a lo mejor, algún lector puede encontrarse a él mismo en lo que escribo, descubriendo los misterios de la vida».
Sin embargo, el lector no se encontrará una autobiografía exhaustiva de Paul Auster, con numerosos y detallados pormenores de sus andanzas como hombre y escritor publicado en más de treinta idiomas en todo el mundo. «Esto no es toda mi vida. No podría serlo porque solamente he escrito 200 páginas, no 2.000. Si el lector siente una conexión con lo que escribo, eso me hará feliz y querrá decir que no he cometido graves fallos», dijo.
Pese a los éxitos logrados y la obra que tiene tras de sí, el novelista sigue fascinado ante el reto de la hoja en blanco. «Todavía siento excitación por escribir. Uno de los grandes placeres es el de estar perdido y no saber a dónde irás, además de sentir el ritmo y la música de la lengua. Es como el carpintero que realiza una mesa para que dure, sea cómoda y no se mueva», concretó.
Igual que le fascina la escritura, no ocultó ayer su indiscutible amor por la lectura porque «un libro es el regalo de un artista a otra persona. Nunca sabes si captarás la atención del lector porque no existen las fórmulas mágicas».

«Diario de invierno»
Paul Auster
ANAGRAMA
244 páginas, 14,99 euros.